Monclova, Coah.- El silencio parece ser la única expresión válida en el sismo que sacude al Sindicato Minero Democrático conformado por apenas dos secciones mineras, y donde la estructura parece colapsarse con el desconocimiento del líder general Sergio Medina estrangulado además financieramente por la Sección 288, su antaño búnker.

El calor se congeló, y es que había calidez en la batalla sindical contra Napoleón Gómez Urrutia por los contratos colectivos de trabajo, pero el deshielo no llegará, y el pronóstico es que bajará aún más la temperatura.

INICIA TURBULENCIA

Entre copas y tragos de cerveza fue engendrado en apariencia el conflicto el pasado 4 de septiembre, cuando en reunión con estrategas del opositor Grupo Azul de la Sección 288, Guadalupe Valadez, presidente del Consejo Nacional de Vigilancia y Justicia, criticó al líder del Comité Ejecutivo Local, Eduardo Jordán Mancha, y entonces pidieron a Sergio Medina su destitución.

Esa noche, Guadalupe Valadez gesticulaba con las manos y fruncía el ceño en una reunión con los militantes del Grupo Azul donde también asistió de invitado al evento Antonio Juaristi Alemán, líder del priísmo fronterense.

El peritaje de Sergio Medina es que Valadez Esparza no cometió ninguna infracción al Estatuto, por lo que entonces las flechas fueron dirigidas hacia su liderazgo y el viernes anterior, el cuadro directivo de la Sección 288 resolvió no enviarle un solo peso más por concepto de cuotas sindicales. Se estima que mensualmente quedarán “congelados” 180 mil pesos.

Ismael Leija Escalante, secretario general del Comité Ejecutivo Local de la Sección 147, afirma respaldar totalmente la decisión tomada por los dirigentes de la Sección 288 al suspender el envío de cuotas sindicales a Sergio Medina en respuesta a su postura de no destituir a Valadez Esparza.

Al cuadro directivo encabezado por Eduardo Jordán no le tembló la mano para tomar esa decisión colegiada entre los 12 integrantes del Comité Ejecutivo Local y Consejo Nacional de Vigilancia y Justicia.

Medina Ibarra arrastra registros desfavorables que empañaron su imagen y languidecieron su liderazgo; el pasado mes de mayo sus agremiados estallaron paros laborales en minas y plantas lavadoras de carbón en la Región Carbonífera, y la guinda en el pastel fue cuando los mineros de la Unidad Hércules de AHMSA también bajaron los brazos, todo por el tema de las utilidades.

Los multi conflictos arriesgaron las operaciones de la empresa, y en Hércules los rebeldes estuvieron a punto de paralizar el ferroducto, lo cual de haberlo logrado, hubiese sido una catástrofe para AHMSA al solidificarse el concentrado de mineral de fierro que en forma de lodo y a través de un ducto de casi 400 kilómetros transporta el material hasta la Siderúrgica 2.

Las miradas fueron desviadas entonces hacia Sergio Medina, ¿dónde está el dirigente que no pudo detener la bola? Apenas el jueves anterior, fue removido de la secretaría general de la Sección 265 de Hércules, Pilar Sosa Ponce allegado al secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero Democrático.

En los días siguientes, la Sección 288 promoverá la celebración de una Convención Nacional Extraordinaria y se olfatea la reestructura de la mayoría de los asientos del Comité Ejecutivo Nacional y Consejo Nacional de Vigilancia y Justicia.

Sergio Medina se defiende y argumenta que no procedería una Convención Nacional Extraordinaria con apenas dos secciones legítimamente integradas al Sindicato Minero Democrático; la 293 y 288 porque aunque el 24 de agosto ganaron el recuento en la Sección 147, el laudo aún no llega por parte de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje Especial 10 con sede en la Ciudad de México.

La inconformidad es general entre los trabajadores de la Siderúrgica 1 de Altos Hornos de México adheridos a la Sección 147 porque mientras no exista laudo, no habrá reembolso de 63 millones de pesos de las cuotas sindicales “congeladas” a Napoleón Gómez Urrutia por acuerdo de asamblea celebrada el 2 de septiembre de 2008.

DEL CALOR AL DESHIELO

El pasado 29 de septiembre todo era gritos, algarabía y júbilo en la Sección 147. El dirigente local Ismael Leija Escalante, se fundía sonriente en abrazos con el líder nacional Sergio Medina Ibarra al término de una asamblea extraordinaria; pero el calor ahora es hielo.

Se festejaba la victoria del Sindicato Minero Democrático en el recuento del 24 de agosto contra el Sindicato Minero Nacional de Napoleón Gómez Urrutia. Poco duró el romance político y sindical porque ahora el hielo está más sólido que nunca.

En opinión de Ismael Leija Escalante, secretario general de la Sección 147, lo adecuado sería que mejor Sergio Medina Ibarra se quede en su casa en Nava, Coahuila, en lugar de causar trastornos en las lides sindicales entre los trabajadores de la Siderúrgica 1 de Altos Hornos de México.

“¿Peligra el Sindicato Minero Democrático en caso de que le cancelen las cuotas sindicales a Sergio Medina en la Sección 288, y que se organice una Convención Nacional Extraordinaria para tomar acuerdos?”, se le pregunta a Sergio Medina.

No, claro que no, responde Leija Escalante, “por supuesto que no peligra en lo absoluto el Sindicato Minero Democrático porque los dirigentes llegan y se van, pero en cambio la institución se queda, y en el caso de Sergio Medina ya cansó, y tiene harto a los trabajadores, por eso creo que lo mejor sería que ya no llegue a Monclova y permanezca en su casa de Nava, Coahuila”.

“Lo queremos esa es la realidad porque no sabe trabajar y después del triunfo en el recuento del pasado 24 de agosto, no ha trabajado nada en el aspecto sindical, y muy lejos está de realizar actividades para que se acelere la sentencia de laudo a favor de nosotros”, abundó el Secretario General del Comité Ejecutivo Local de la Sección 147 del Sindicato Minero.

Mientras tanto, continuó diciendo, “nosotros vamos a seguir trabajando independientes, como Comité Ejecutivo Local siempre atendiendo todos y cada uno de los problemas de la base trabajadora en los diversos departamentos”.

La zona de turbulencia podría cimbrar también la Sección 293 de Minera Carbonífera Río Escondido (Micare), donde se sabe extraoficialmente que el cuadro directivo estaría “congelando” las cuotas sindicales al Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero Democrático que dirige Sergio Medina Ibarra y que “vigila” Guadalupe Valadez Esparza.

Medina, no lo cree así, y prevé que los funcionarios sindicales de la Sección 293, no aceptarán congelarle las cuotas sindicales. Su suplente es Ignacio Ramírez, también “micareño”, pero en su visión considera que tampoco es bien visto.

Los primeros latidos del Sindicato Minero Democrático se produjeron el 20 de enero de 2015 cuando en el marco de una Asamblea Constitutiva, Sergio Medina fue declarado secretario general, lucía sonriente, pero sabía que el
abogados de Napoleón Gómez Urrutia a quien le disputaría los contratos colectivos de trabajo.

Jaime Loyola Garza, y Luis Díaz, presidentes de las mesas directivas de los grupos Verde, y Gris, respectivamente, de la Sección 288, el jueves defendieron públicamente a Sergio Medina y pidieron la aplicación del Estatuto contra sus detractores. Al día siguiente, su versión fue diametralmente opuesta.

APAGA FUEGO CON GASOLINA

Sergio Medina no pudo escapar de la telaraña y dicen que lo peor está por venir, tal vez ni siquiera habría necesidad de que renuncie al cargo sindical. Los hilos invisibles del destino cambian asombrosamente de la noche a la mañana.

Medina Ibarra no quiso destituir a Guadalupe Valadez, fue como salir con miedo a ver el sol y ahora enfrenta las consecuencias, El último clavo del ataúd podría ser en caso que la Sección 293 de Nava de donde proviene, secunde la decisión de la Sección 288 de asfixiarlo financieramente, ahora parece estar extraviado en un laberinto.

En la Sección 288, dicen que antes de la reunión del 4 de septiembre del Grupo Azul, el secretario general Eduardo Jordán Mancha apercibió a Sergio Medina de que no enviara a ningún funcionario del Comité Ejecutivo Nacional al evento de sus adversarios políticos.

Sin embargo, Sergio Medina lo hizo, y la situación que enfrenta es el costo de apagar el fuego con gasolina. Recientemente en una entrevista señaló que ciertamente arreció el aguacero, y que ahora tendrá que jugar con todas las barajas disponibles, pero hay quienes dicen que los naipes se están agotando.

En la Sección 288 donde están arropados casi 2 mil 400 trabajadores sindicalizados de la Siderúrgica 2 de Altos Hornos de México dicen estar molestos porque Medina Ibarra efectúa declaraciones y abastece información a los medios, pero que enmudece ante ellos.

El líder general del Sindicato Minero Democrático suele rasgar el silencio en medio de lo que parece ser una caminata en la cuerda floja ante embates de sindicalistas de las secciones 147 y 288 quienes piden cese del también dirigente Guadalupe Valadez. Sin embargo, dicen en la Sección 288 que no habrá marcha atrás y que el desconocimiento es definitivo e irreversible.

Acosado por la exigencia de las secciones 147 y 288 de que destituya al Presidente del Consejo Nacional de Vigilancia y Justicia, Guadalupe Valadez Esparza, el dirigente Sergio Medina comentó que cabría una disciplina, pero no la destitución, porque de acceder dejaría un mal precedente histórico para el sindicalismo.

“Todavía no hemos tomado una decisión, pero estatutariamente procede una sanción administrativa, pero no destitución, sin embargo vemos que arrecia el aguacero, y por otro lado tal vez Guadalupe Valadez decida voluntariamente separarse del cargo”, añadió el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero Democrático.

El epicentro del sismo es en Monclova, pero el fenómeno sacudió también la Sección 265 donde el cuadro directivo afín a Sergio Medina fue removido y está próximo a asumir las riendas de ese organismo sindical que aglutina a los trabajadores de la Unidad Hércules de Minera del Norte, la compañía subsidiaria de Altos Hornos de México.

Fuentes allegadas, destacaron que por desatender la problemática laboral, fueron destituidos por los trabajadores el 100 por ciento de los dirigentes sindicales de la Sección 265 de Mineros, encabezados por el secretario general Pilar Sosa Ponce, y los asambleístas designaron en su lugar a Jesús López Maqueda.

Además, los trabajadores inconformes cerraron momentáneamente aquella tarde el recinto sindical para evitar el reingreso de los destituidos, y por otro lado nombraron a Jaime Medrano Coronado como nuevo presidente del Consejo Local de Vigilancia y Justicia, en reemplazo de Fabián Armando Ramírez Sánchez. Los vocales Orlando Ibarra y José Manuel Orozco Bernal también fueron cesados.

En la asamblea no se registraron hechos de violencia y participaron de uno y otro bando solamente trabajadores afines al Sindicato Minero Democrático que dirige Sergio Medina, además el obrero Rodolfo Ramírez, fue designado por los asambleístas como nuevo Secretario de Trabajo, en sustitución de César Germán Ramírez Tovar.

En la sesión no participaron partidarios de Napoleón Gómez Urrutia, sino únicamente integrantes del Sindicato Minero Democrático. Otros directivos que fueron cesados por resolución de la asamblea son Marco Antonio Hernández García, secretario de Previsión Social e Higiene Industrial; Marcelo Garay Venegas, secretario del Interior, Exterior y Actas; y Gladys Vianey Madrid Vásquez, secretaria de Conflictos Sociales y de la Vivienda.

También fueron cesados Fidel Payán Loya, secretario de Organización, Propaganda, Estadística y Educación; Josué Alberto Vaquera Ibarra, tesorero; Sergio Ismael Marcial Linares, secretario de Asuntos Políticos; y Miguel Ángel Tovar Hernández que fungía como comisionado de Bonos e Incentivos.

“¿Cuál es el futuro del Sindicato Minero Democrático?”, se le cuestiona a Ismael Leija Escalante, y responde que es bueno porque los dirigentes sindicales llegan, hacen su función y se van, pero las instituciones se quedan. Mientras tanto, desconcierto, entre los trabajadores adheridos a las secciones 147 y 288 en medio de las confusiones.

En medio del vendaval, Sergio Medina parece agazaparse para salir lo mejor librado, pero cuando el aguacero amaine, la suerte ya estará echada.