Ciudad de México.- El alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, confirmó que no ha sido citado a declarar por la Fiscalía de Morelos, pero advirtió que no descarta que en cualquier momento sea detenido por el homicidio del empresario de la feria Juan Manuel García Bejarano, por órdenes del gobernador Graco Ramírez.

Dijo estar actualmente amparado por otras demandas, pero no por este asunto, “tengo como seis amparos en el carro, parezco pinche prófugo de la justicia (…), pero no me voy a dejar -¿pero por este asunto en particular tiene amparo?-, no tengo amparo, -¿ni en trámite?- a lo mejor en trámite sí está, porque estos son tan vivos que son capaces de agarrarme aquí, porque son tan malas personas, son tan hijos de la chin… que son capaces de llevarme ahorita preso, porque se les hinchan los pantalones”.

“Sabes de que tenemos miedo hijo, de que estos cabrones nos metan un cuatro, porque son capaces de eso, -¿un cuatro pero de que estilo?-, de todas formas porque sí al rato me pasa algo a mí los cabrones van a decir, ya ven, como sí estaba involucrado, son muy vivos y es la realidad, hasta eso nos tenemos que cuidar porque estos te ponen cuatros, son tan malas personas y son tan hijos de la chin… que son capaces de hacer eso” .

Esto luego de afirmar que el gobernador Graco Ramírez es capaz de eso, “es un tema mediático del fiscal del Gobernador, de toda esta clase de porquería, porque es una porquería lo que están haciendo, es una real porquería lo que hacen y van a seguir, los regidores no sé para que los llamaron, ayer me preguntaron que iban a comparecer, ¿pero que van a comparecer?”

Dijo estar dispuesto a declarar ante las autoridades sobre el caso, “pues yo voy, el que nada debe nada teme, yo no tengo ningún problema con la vida, yo sigo saliendo a la calle, aquí me ves y le doy la cara a toda la gente, yo no tengo ningún temor porque es una estupidez lo que dicen y si me van a llevar a comparecer aquí estoy, mira aquí estoy no tengo ningún temor de nada”.

Desde las 8:00 horas el ayuntamiento fue tomado por comerciantes ambulantes, pertenecientes al Nuevo Grupo Sindical (NGS), quienes acusaron a los inspectores del ayuntamiento de corrupción, al permitir que un nuevo grupo de la CTM ingresara al primer cuadro de la ciudad a vender todo tipo de productos.

Media hora después de dialogar entre los dirigentes sindicales y Cuauhtémoc Blanco, llegaron a un acuerdo para levantar la protesta; sin embargo, el edil tuvo que cambiar la sede del cabildo y trasladarla al Museo de la Ciudad.