RT | Ciudad de México.- El 19 de marzo, el palestino Sufian Abu Hitah abandonó sin calzado su casa ubicada en Hebrón (Cisjordania) para buscar un juguete perdido cuando fue interceptado por, al menos 15 soldados de las Fuerzas Armadas de Israel. Esos militares se llevaron a ese niño de ocho años a otro barrio para que identificara a otros menores que, supuestamente, habían tirado un cóctel molotov y piedras al territorio donde se encuentra el asentamiento israelí Kiryat Arba, informa la ONG B’Tselem.

May D’ana, colaboradora de esa organización, grabó este video tras recibir el aviso de su cuñado y eschuchó como los soldados “le pidieron al muchacho en árabe que les diera los nombres de los chicos” que habían cometido esas acciones mientras que el niño palestino, que “lloraba y estaba muy asustado”, trataba de convencerles de que “no sabía nada”.

En las imágenes se ve que esos miembros del Ejército israelí conducen al menor contra su voluntad y le interrogan. Al final del documento gráfico varias personas, en su mayoría mujeres, forcejean con las fuerzas de seguridad para liberar a Sufian Abu Hitah.

Amani Abu Hitah, la madre del niño, solicitó que le devolvieran a su hijo y a respuesta fue: “Si lo quieres de vuelta, convéncelo para que nos diga los nombres de los niños que tiraron piedras”. Esta madre explicó que no vivían en ese vecindario, con lo cual su hijo no conocía los nombres de los demás chicos. Más de una hora después, el menor pudo regresar con su familia.

Por su parte, el Ejército de Israel aseguró en un comunicado que sus efectivos no solicitaron a Sufian Abu Hitah que identificara a nadie porque era el sospechoso de haber arrojado ese cóctel molotov y, como era menor de edad, le condujeron a casa de sus padres.