Saltillo, Coahuila.- A pesar de la violencia que vivió en su primera relación y de la precaria situación económica que enfrenta, Berenice Sánchez busca sacar adelante a sus cuatro hijos, tres de ellos con discapacidad.

La más pequeña, de 3 años, fue diagnosticada con parálisis cerebral y ceguera, y los dos niños con retraso sicomotor. El mayor, de 6 años, no tiene discapacidad, pero le tocó defender a su madre desde los 2 años cuando su padre la golpeaba hasta casi matarla.

Los tres hombrecitos son de su matrimonio con un policía con quien vivió en México, pero siempre víctima de la violencia; cuando nació el segundo, fue el papá de Berenice hasta allá y la rescató del infierno en que vivía.

“El niño mayor ha visto cosas muy violentas, desde los 2 años se le iba a su papá a mordidas para que me dejara de pegar, porque casi me mataba. Mi papá fue y me trajo, yo traía al mayor, un bebé de meses y en mi vientre otro”.

Meses más tarde comenzó una relación, de la cual nació Sofía; el padre, al ver la discapacidad de la niña, los abandonó. A sus 28 años, Berenice no entiende los designios de Dios, pero aseguró que no bajará la cabeza y lucha por sacar adelante a sus hijos.

Luego de que su segunda pareja la abandonó, Berenice es madre soltera y vende ropa y otros artículos usados que la gente le dona para comprar comida, leche y pañales para los
menores.

Desde hace algunos meses también tiene que lidiar con la discriminación que sufren los dos niños en el kínder de la colonia por parte de la directora.

“Me denunció al DIF, vinieron y me investigaron y comprobaron que eran mentiras lo que dijo la directora. A pesar de que sabe mi situación, me obligó a comprar uniformes y me obliga a mandarles lonche a los niños”.

En otra ocasión, dijo, le donaron unos galones de sarricida para que se ayudara; la directora se dio cuenta y le dijo que los llevara a la escuela, hicieron el convenio de que sería el pago de la cuota escolar.

“Días más tarde me apuntó en la lista que mis hijos debían el dinero; al enfrentarla, me dijo que pensó que era una donación”, agregó Berenice.

No cuenta con apoyo de ningún programa gubernamental, la sociedad la ayuda a subsistir; actualmente tiene el agua cortada debido al adeudo de mil pesos por la falta de pago de los convenios que tiene con Agsal.

Vive en la colonia Loma Linda en una casa prestada por un alma caritativa; es un peso menos para la difícil carga que lleva en la espalda. en reiteradas veces ha intentado trabajar, sin embargo, nadie se anima a cuidar a sus hijos por la discapacidad.

Berenice exhorta a los saltillenses a solidarizarse con su familia y solicita pañales, leche y papillas, pero sobre todo pide a las autoridades que la apoyen para un negocio, como una tiendita, a fin de tener un ingreso seguro para la comida de sus hijos.

DRAMA

Santiago tiene 7 años y cursa la primaria, en donde lo atiende la sicóloga debido a la violencia que vivió junto con su madre.

Nahúm tiene 6 años y retraso sicomotor. Apenas empezó a caminar hace unos meses, usa pañal, no puede hablar y no se equilibra bien.

Elías tiene 4 años; lo diagnosticaron con discapacidad porque no habla y su movilidad no es muy buena. Acaba de dejar el pañal.

Sofía pesaba 6 kilos a sus 2 años; en el Hospital del Niño le recomendaron comenzara con la papilla. En un portabebé viejo y en una carriola sin llanta acomoda a la niña.

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