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Por Agencias
Publicado el martes, 23 de enero del 2018 a las 07:27
Ciudad de México.- A partir del análisis de documentos del siglo XVI como el Códice Xólotl y materiales arqueológicos, investigadores señalan que Teotihuacán debió ser nombrada como teo uacan, “La Ciudad del Sol” y no la “Ciudad de los dioses”.
Según un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el último tercio del siglo XX, una traducción del náhuatl popularizó a Teotihuacán como el “lugar donde los hombres se convierten en dioses”.
Sin embargo, las investigadoras del INAH, Verónica Ortega y Edith Vergara, así como el experto independiente, Enrique del Castillo proponen que el vocablo original alude a que “ahí se nombraba al Sol, al legítimo gobernante”; y no necesariamente tiene que ver con la Leyenda de los soles, la cual relata la congregación de las deidades creadoras en Teotihuacán.
Los investigadores estiman que dicha hipótesis tiene lógica al tomar en cuenta que los mexicas y otros grupos que llegaron a la ciudad abandonada, a partir del siglo XV, invistieron a más de un tlatoani o supremo gobernante, y también la consideraban como un lugar de peregrinación.
“Es conocido que realizaban el “saqueo” de algunas ofrendas para trasladarlas al Recinto Sagrado de Tenochtitlan, según lo confirma el hallazgo de piezas procedentes de Teo uacan, en el Templo Mayor mexica”, establece el comunicado.
La propuesta de una “nueva denominación” por parte de los especialistas se basa en el manuscrito de Charles Dibble del Códice Xólotl, el cual abarca cuatro siglos de la historia de la ciudad de Texcoco y el Valle de Teotihuacán, que fue elaborado a principios del siglo XVI y se conserva en la Biblioteca Nacional de París, Francia.
Según Verónica Ortega, subdirectora de la Zona Arqueológica de Teotihuacán y directora del Proyecto Plaza de la Luna, rastrearon los glifos, en el códice Xólotl, siguiendo la cronología de los gobernantes texcocanos y que apuntan a Teotihuacán en los diversos eventos que marcaron la evolución de esa región.
Asimismo, los investigadores afirman que la primera alusión a Teotihuacán en dicho códice es en el año 1338 que marca la fundación de Tlatelolco, la ciudad mexica y gemela de Tenochtitlan:
“La referencia parte de un personaje asociado a un pequeño sol y quien cuenta con las dos vírgulas de la palabra: la oratoria y la retórica”, explica el comunicado.
Otro de los descubrimientos, obtenidos a partir del códice, hace referencia a un evento entre los años de 1409 y 1427, y que tiene que ver con un par de pictografías que representan a una pirámide y un sol con el glifo de Teotihuacán al final.
“El dato clave es la palabra “Teo uacan” que aparece bajo dicho glifo, lo que da la certeza de la denominación indígena del lugar, la cual evidentemente ya era usada en el periodo señalado (1409 y 1427), un siglo antes de la caída de Tenochtitlan”, según los investigadores.
Con dicha ubicación, los especialistas aseguran que “el nombre de la ciudad surge en la historia” y que al estar sus elementos “dentro de la hierofanía solar… el sol tiene un carácter sagrado”.
“No podemos proponer un nombre único, pero sí un solo concepto compuesto por una marca urbana (la pirámide) y el resplandor solar”, explicaron.
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