Saltillo, Coah.- Los desórdenes alimentarios, como anorexia, bulimia o “trastorno por atracón”, afectan a los jóvenes de Coahuila con daños a la salud que pueden derivar en la muerte.

Esto representa un problema de salud pública, ya que aún con tratamiento adecuado en los casos de anorexia y bulimia, solo el 50% de los pacientes se recupera, el 30% mejora y en el 20% el padecimiento es crónico.

A nivel nacional, más de 3.6 millones de adolescentes sufren los Trastornos de la Conducta Alimentaria, por lo que en años recientes ha surgido la instalación de Unidades de Especialidad Médica en Sobrepeso, Obesidad, Riesgo Cardiovascular y Diabetes.

Cuentan con personal especializado para brindar atención personal, focalizada y global en las que participan médicos, enfermeras, sicólogos y nutriólogos.

“En Coahuila no contamos con estos centros especializados, sin embargo, debemos reconocer la necesidad de la atención de estos problemas de salud”, señaló la diputada María del Socorro Lozano Dávila, quien propuso una adición al Artículo 29 de la Ley Estatal de Salud para que la prevención y atención de los TCA sea considerada como un derecho básico en la protección de la salud.

Quienes sufren TCA tienen limitaciones similares a cualquier trastorno siquiátrico, además de pérdida del cabello, detención del crecimiento, osteoporosis, sangrado gastrointestinal, parálisis intestinal, alteraciones electrolíticas, deshidratación, baja de potasio e incluso paro cardiaco o muerte.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición presentada en 2016, las conductas alimentarias de riesgo más frecuentes en adolescentes son la preocupación por engordar, comer demasiado y perder el control sobre lo que se come.

Trastornos de la Conducta Alimentaria:

20% de las adolescentes temen engordar.

Toman pastillas, diuréticos, ayunan o hacen dieta.

13% de jóvenes se ejercitan para adelgazar.

Mayor riesgo de TCA entre los 14 y 19 años.