Saltillo, Coahuila.- “El pueblo que no recuerda su historia está condenado a repetirla”, reza un dicho popular, y para el escritor Paco Ignacio Taibo II esto es tan cierto que decidió indagar en los papeles más ocultos acerca de las guerras y personajes de la generación que daría a México su identidad. Con ello dio forma a su nuevo libro, Patria (Planeta, 2017).

ÉPICA HISTÓRICA

Taibo II se ha preocupado siempre porque no se olviden los ideales liberales en los que cree, y este libro es prueba de ello, pues a lo largo de casi 20 años reunió toda clase de información para darle forma.

“Creo que este libro fue un proceso de acumulación. Siempre me interesó mucho este agujero histórico de México entre la Independencia y la Revolución; la increíble historia del liberalismo armado puro, de esos a los que llamamos los rojos, es un tema súper interesante para mí.

“Tuve dos problemas centrales, el primero es que no quería hacer una biografía de Juárez, porque este libro es sobre la historia de la generación de liberales puros. Quería además conectar la Revolución de Ayutla con toda la etapa de la Guerra de Reforma. El segundo fue encontrar un tono que hiciera que al narrar esta historia tan larga y complicada se lograra algo que pudiera leer un alumno de secundaria”, comentó Taibo II, en entrevista con Zócalo.

Patria es el fruto de una larga investigación en la que entró cada detalle importante, pero además el escritor estaba decidido a evitar en lo posible caer en la ficción, ciñéndose como a la ética que debe tener un periodista al narrar los hechos.

“Es un libro de historia investigado con el máximo rigor, pero mi intención fue lograr lo que yo llamo ‘una historia narrativa’; en este género se utilizan recursos de la literatura para narrar la historia que ha sido investigada de la manera más rigurosamente posible. Dentro del libro sólo hay tres partes que no son verdaderas y me doy el lujo de ficcionar. “Son muy escasos los momentos en los que rompo el rigor histórico y procuro dejarlo muy claro al lector”, comentó.

Veinte años desde la concepción del libro hasta su realización, en este se fundieron cientos de fuentes en un proceso alquímico que dio a luz los tres volúmenes que conforman la serie, ¿pero cuál fue el criterio de selección sobre la información?, se le cuestiona.

“Partí de no casarme con las historias generales escritas sobre la época, sino juntar todo lo que encontraba en el camino: notas de periódicos, trabajos de historiadores locales y regionales, biografías de personajes de la época, archivos y crónicas. Los libros recogen más de un millar de referencia bibliográfica”, compartió.

HISTORIA Y DIFERENCIAS

Para un escritor siempre es un dolor de parto la creación de los personajes, ¿pero cómo es la relación del autor con personajes que son reales?, se le pregunta. Hay una cercanía por parte de los dos, una complicidad de amigos con unos y de lejanía con otros.

“A los personajes que me caen bien y quiero mucho opté por hablarles de tú dentro de la narrativa. A los que me caían mal los traté con la distancia de la tercera persona, y esto es un recurso narrativo que me permite acercarlos al lector. Construí la sensación de que les estoy hablando.

“La verdad es que después de leer mucho sobre un personaje intentas convertir todo lo leído, todas las malditas notas que hiciste sobre él, en un ángulo novedoso para hacer un retrato justo”, explicó.

Además de historiador, Taibo II es uno de los escritores más importantes de género negro en habla hispana y ha ganado premios por sus obras en distintas lenguas. Entonces ¿cómo es el proceso de creación de un libro ficticio a uno en donde los hechos ya están construidos?, le planteó Zócalo al autor.

“El problema es que son dos mundos distintos y en cada uno tienes que aprender a moverte de manera diferente. En la historia estás atado al rigor de los hechos, a mantenerte fiel a esa investigación que realizaste y a no salirte de ella. En la novela, en cambio, la ficción se ocupa de todo.

“En este libro las decisiones clave fueron saber qué tipo de materiales trabajaría. La mía era una visión de conjunto que describe los momentos fundamentales y centrales de la trama. Son una serie de atmósferas sueltas que crean el ambiente, aunado a una investigación que ofrece los detalles aparentemente técnicos que dan la credibilidad a esta realidad”, declaró.

Para el autor no importa si escribe sobre detectives o héroes patrios, lo importante es el cambio que cause en el lector, pues los libros están hechos para hacernos dudar en cuanto a nuestra realidad actual.

“Básicamente uno escribe siempre en dos niveles, en mi caso lo hago sin importar si es una novela policíaca o un libro de Historia y estos dos niveles son: una narración del entonces, en el cual me planteo el por qué de la historia de ese tiempo con sus batallas y todo, y el otro es un reflejo del presente, en donde veríamos que México no está condenado a la corrupción, y a quien me diga lo contrario le pego con el libro en la cabeza, pues para eso está escrito.

“Entonces son estos dos elementos los que producirán contrastes dentro de la cabeza del lector, sin duda alguna. A mí mismo me produjo estos contrastes mientras escribía”, finalizó el autor, quien se declara orgulloso del libro, pues cree que es lo mejor que ha escrito en cuanto a Historia.