Saltillo, Coahuila.- China, un país que se antoja cerrado y místico con dragones y dinastías de emperadores, es la idea que tenemos de esta cultura milenaria y de la que Dolores Payás muestra otra cara en su libro Desde una Bicicleta China (Harper Collins, 2017).

“La idea nace de la irritación, porque no me gusta nada la manera en que los europeos tratan a China. Ya que Europa es arrogante por definición, siempre he pensado que cuando escribimos sobre este país, nunca hablamos realmente de él”, declaró Payás en entrevista con Zócalo.

“Lo que quiero es dar a conocer la visión de un civil, de una persona que agarra su bicicleta y se suma a la sociedad en la que vive, camina y viaja entre los puestos y las calles. Es una manera de dar pinceladas aquí y allá sobre el mosaico inmenso que es China para los occidentales”, agregó.

CUENTOS CHINOS

Desde una Bicicleta China contiene 22 textos que se mueven por distintos géneros. Escritos en los que el buen humor, la amabilidad y la vida colectiva de los habitantes del país asíatico se encuentran a cada momento

“Estos relatos están basados en vivencias, en cosas que vi en el tiempo que duré en China. No soy de la idea de estar de viaje siempre, más allá de las cuatro ciudades en las que he vivido, lo que me gusta es conocer, por ejemplo, las lenguas, todo el pastiche lingüistico es algo que me gusta mucho.

“Para mí el desarraigo de las ciudades, que para muchas personas puede ser una tragedia personal, para mí representa una liberación. Disfruto pensar y reflexionar sobre el por qué estoy en dónde estoy, y luego pensar que puedo viajar a Inglaterra y preguntarme lo mismo. Es una vida que me es muy gratificante”, declaró.

Marco Polo viajó al mismo país, siglos antes que Payás. Sus viajes y vivencias quedaron plasmados en su libro de viajes, género en el que se podría ubicar esta obra. Payás.

“Los libros son fundamentales para conocer de todo porque son grandes ventanas hacia otros mundos. Si bien soy una viajera, para mí existe la patria de las letras, que es un lugar infinito en el cual vivo siempre y del que no podría desapegarme. Para mí, la lectura es una manera de salir del encierro y ser libres”, dijo.

ORIENTE Y OCCIDENTE

Para la escritora española, el gigante oriental es tan distinto como “estar en Marte”.

“No hay un verdadero choque cultural porque cuando los occidentales vivimos acá, llevamos vidas tan paralelas a la de los chinos, que no conocemos realmente su cultura.

“Esto pasa porque hay varias maneras de vivir en China: una de ellas es aislarse y tratar sólo con occidentales, ir a bares de corte americano y no salir del barrio. La otra es observar y sumarte a una cultura de la que no formas parte, pero puedes mezclarte dentro de ella y es aquí cuando comprendes lo grande que es”, comentó la autora de Adorables Criaturas.

La también cineasta comentó que los mexicanos pueden compartir un rasgo fundamental de su personalidad con los chinos: el sentido del humor. Rasgo que Payás también utiliza en sus textos para eliminar la barrera que impide reconocerse en el otro.

“Algo que tenemos en común con los chinos, que a pesar de la etiqueta de hombres solemnes que les hemos dado los occidentales, es que es un pueblo con mucho sentido del humor. Son muy vivaces y les gustan mucho las bromas. Te ríes con ellos.

“Quise utilizar el sentido del humor porque es una manera de eliminar el dramatismo de las noticias que recibimos de China, aspectos que nos alejan del país. Entonces creo que el humor es una gran manera de unir y ver la humanidad que compartimos. Pero además, es una decisión personal porque a mí me gustan mucho los libros humorísticos y los echo de menos”, explicó.

Payás vive actualmente en Grecia, la cuna de la civilización occidental, mientras que el gigante oriental, tiene, también una historia filosófica profunda. Estas dos ramas del conocimiento humano han influido profundamente en sus sociedades, como explicó la autora.

“Si hay algo que nos diferencia a los europeos de los chinos, es que Europa está cimentada en la filosofía griega, en el conocimiento que se basa en la exaltación del Yo. El individuo se desarrolla y se realiza en el marco de la Polis, la sociedad.

“En cambio, en China todo es unión colectiva, y eso para nosotros como sociedad occidental no existe. Su manera de funcionar es a partir de las decisiones colectivas, ahí está su fuerza. Y este discurso de grupo es algo cultural y filosófico, algo radicalmente distinto al europeo”, finalizó la traductora.