Saltillo, Coah.- Tiene 6 años y cursa preescolar. Además de aprender a recortar y a dibujar, el pequeño “Mario” también debe luchar contra el VIH, enfermedad que le contagió su mama vía perinatal. A pesar de que su madre falleció cuando él tenía 9 meses, el pequeño se aferra a vivir.

Cuatro menores coahuilenses luchan contra el VIH luego de que sus madres los contagiaran cuando estaban en el vientre. Esta enfermedad ha ido en aumento en los últimos años y no es atendida correctamente por el sector Salud.

Cubierto del rostro, el niño, que prefiere llamarse “Mario” para ocultar su verdadero nombre, cuenta a Zócalo Saltillo lo bonito que es para él vivir, correr y que exista una familia que lo cuide.

La historia de “Mario” comenzó desde antes de que naciera. Aún estaba en el vientre cuando su mamá fue contagiada por su padre, quien tenía relaciones extramaritales y terminó contagiándose.

El enojo acaparó a la mujer, su reclamo era el porqué a ella que era una persona tranquila, fiel y que se dedicaba a su familia. Nunca pudo asimilarlo y comenzó una etapa de rebeldía, por lo que no se atendió ni tomaba medicamento.

“Mario” nació con VIH y a los pocos meses su madre falleció. El pequeño fue arropado por un familiar, quien aseguró que ha sido difícil salir adelante en cuestión económica y médica, sin embargo, en familia, como madre e hijo, continúan tocando puertas.

“La atención que ha necesitado el niño, no hay en Saltillo. Él necesita neumólogo pediatra; yo lo atiendo en Monterrey particularmente, porque casi se me moría; es un niño que no tiene culpa de su enfermedad”, dijo la madre del menor, quien así la reconoce.

“Mario” era enfermizo y como el VIH ataca los pulmones, el niño no podía correr y siempre presentaba tos con flemas. Como en el estado no existe atención médica, la mujer decidió atenderlo particularmente en Monterrey.

Los gastos para atender al menor ascienden a entre 5 y 7 mil pesos cada dos meses; su madre dijo que constantemente solicita préstamos bancarios para solventar los gastos de doctores, medicamentos y otras cosas que el menor requiera.

Referente a la escuela, la mamá de “Mario” dice que trata de que falte lo menos posible para no perjudicar su aprendizaje; sólo la maestra y el director saben de la enfermedad. A sus compañeritos prefieren no decirles para evitar acoso escolar.

“Él no puede infectar a nadie, sólo si llega a sangrar. Debemos estar al pendiente de sus ojos, mucosas y heridas; yo lo abrazo, lo beso, comemos y no pasa nada, no hay que tener miedo”, explicó la mujer a manera de exhorto para la población, con el fin de crear conciencia de que el VIH no se contagia sólo por tener contacto con la persona.

A pesar de que en la misma familia de “Mario” existen personas que lo rechazan por su enfermedad, su madre hace caso omiso y lucha con su hijo, pues actualmente pugnan para lograr la adopción.

SSA LOS DEJA SIN ATENCIÓN

Un grupo de personas infectadas con VIH-sida, acompañadas por la directora de la asociación Eux Arte y Sida, Aída Badillo, denunció que la Secretaría de Salud no cubre la demanda de las personas portadoras de este virus, pues existen deficiencias en la atención médica, en el abasto de medicamentos y en el registro de los afectados.

Ayer, previo a una mesa de trabajo realizada con funcionarios estatales y nacionales de derechos humanos, Aída Badillo recriminó que sólo se cuente con cuatro centros CAPASITS para atender a la población, y que estos no cuenten con la infraestructura y medicamentos necesarios.

Además, señaló que el padrón de la Secretaría de Salud es de 4 mil infectados en el estado, sin embargo Badillo apuntó que la asociación apoya de 40 a 80 personas con el virus, cifras que no concuerdan con las oficiales.

“La mayoría de los casos es de Saltillo y Torreón, pero las cifras no son concretas, pues se estima que por cada caso hay ocho más que no han sido diagnosticados, por lo que se desconoce cuál es la cifra real de cuántas personas necesitan atención”, explicó.

Refirió que la gente alza la voz por la deficiente atención del sector Salud y ejemplificó que hay casos que se detectan y se canalizan a los CAPASITS, sin embargo, se niegan a integrarlos al padrón argumentando que no presentan la suficiente carga viral.

“Quienes no se encuentren dentro del padrón no tienen derecho a recibir atención, por lo que los pacientes que no tienen suficiente carga viral no reciben medicamento, pero sí son capaces de contagiar el virus”, recriminó.

En el caso de los medicamento, explicó que las personas incluso deben viajar a otras regiones para que se les suministre los medicamentos, y en muchos casos son obligados a realizarse exámenes particulares.