Monterrey.- El gobierno estatal emprendió una investigación para obtener datos sobre la ciudadana mexicana Ana Marilú Reyna, detenida en España por estar involucrada en actividades de reclutamiento en Monterrey para la yihad islámica.

Manuel González, secretario general de Gobierno, dio a conocer este lunes que ya fueron giradas instrucciones para que dependencias de la administración estatal investiguen la información surgida en aquella nación europea sobre Reyna Castillo, de 38 años.

De acuerdo con la información surgida hasta ahora, la mujer originaria de Monterrey fue arrestada en Pinto, en las afueras de Madrid, acusada de auto adoctrinamiento y enaltecimiento terrorista, según dijo el Ministerio del Interior.

Según los informes revelados tras su encarcelamiento, fue en Monterrey donde Ana Marilú experimentó un rápido proceso de conversión al Islam.

En 2010, cuando aún estaba en Monterrey, “dejó constancia de su profundo rechazo a su pasado católico y su deseo de vincularse emocionalmente con un musulmán”, un hombre de nacionalidad marroquí que fue detenido en una operación antiyihadista el 3 de mayo pasado.

Desde Pinto, Reyna Castillo publicaba y distribuía contenidos propagandísticos afines al terrorismo de la yihad, a través de plataformas web y mensajes instantáneos, donde convocaba a participar en el terrorismo, señala el reporte de la autoridad española.

La mexicana se enfocó a enrolar adeptos en Monterrey y otros países de América Latina, pues ejercía una amplia influencia sobre un grupo extendido de contactos a los que incitaba a hacer labor proselitista, de acuerdo con la acusación.

La nota publicada por Apro sobre el arresto, citando al Ministerio del Interior español destaca: “Llegó a erigirse en figura muy relevante entre las mujeres de la comunidad islámica de su tierra natal (Monterrey), alentando a la yihad femenina y compartiendo materiales propagandísticos, búsquedas realizadas en Google de México y acceso a perfiles de Facebook de musulmanes conversos originarios de Hispanoamérica”.

En esta y otras operaciones emprendidas por la Guardia Civil española queda confirmada la importancia creciente de las mujeres en la propaganda de la yihad, especialmente en el Daesh, pues pasan de ser simples esposas o madres de combatientes, a tomar un rol activo en la difusión de su ideario y en el reclutamiento de nuevos adeptos.