Saltillo, Coah.- Todos salieron a gatas del avión mientras éste era consumido por las llamas del voraz incendio la tarde/noche del viernes, algo cálida pese a que faltaban sólo dos días para el solsticio de invierno.

Por lo mismo, un grupo de trabajadores disfrutaban del clima mientras esperaban actividad, y fueron los primeros en llegar al auxilio. Miguel Ángel Tabitas utilizó su chamarra para apagar las llamas de uno de los tripulantes.

Quedaron tendidos mientras llegaban elementos del H. Cuerpo de Bomberos de Ramos Arizpe, así como paramédicos de la Cruz Roja y miembros de las diversas corporaciones policiacas, ante la cercanía de las bases con el sitio del percance; pero también los trabajadores y uno que otro ramosarizpense colaboraron. Muchos fueron testigos de cómo el capitán Marco Antonio Hernández Mireles, jefe de Bomberos en Saltillo, abordó en una camioneta de Bomberos de Ramos Arizpe al conductor de TV Azteca Antonio Moreno y lo llevó directo al Hospital Christus Muguerza, donde lo entregó con el rostro cubierto.

El resto, después de gatear un poco, asfixiados por el humo, quedaron tendidos en el pavimento, entre ellos Emilio Bichara, director de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento.

Luces azules, rojas, amarillas; ruidos de sirenas, torretas, rechinidos de camionetas, timbres de celulares sonando y personas conversando entre sí, todo se confundía mientras atendían al director del CEAS, quien fue el que más grave resultó en todo esto, y junto a su secretario particular fue abordado en la ambulancia 219 de la Cruz Roja, en la cual lo trasladaron al hospital privado, en tanto que los otros dos fueron cubiertos con un protector especial ante las quemaduras de primero, segundo y tercer grado.

Mientras eran atendidos se comenzó a formar un cerco en torno al sitio mediante la instalación de dos cordones de seguridad, al tiempo que elementos de Bomberos rociaban con agua la nave hasta que pudieron enfriar la zona incendiada.

Autoridades consternadas El piloto y la reportera Mercedes Aguilar, quien por cierto durante la semana portó un collarín ante un accidente que sufrió, fueron trasladados en una ambulancia de Bomberos Ramos Arizpe al mismo hospital particular.

Antes de que se los llevaran, elementos de diversas corporaciones alejaron a los fotógrafos, ya que en ese momento personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil comenzaba las primeras indagaciones. Y mientras transcurría la primer hora, cuatro aviones pasaron por encima del mismo cielo en el que cayó la aeronave Cessna 210, lo cual mantuvo alertas a quienes estaban trabajando en la zona, ante el temor de que se desplomara alguno.

“No sabemos por qué se están cayendo; algo está pasando en el aeropuerto” platicaban policías con autoridades y paramédicos.

La premura por acordonar provocó que peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado encontraran fuera del cerco un pedazo del avión. Había desconcierto por algunos momentos, expresiones de incredulidad al enterarse de quiénes eran los accidentados y otras tantas expresiones de duda acerca de los motivos.

No faltaron las especulaciones, mientras elementos del Ejército Mexicano impedían el paso a cualquier civil que osara intentar ver de cerca la escena, pues en un momento las decenas de policías y paramédicos ocuparon con sus patrullas el tramo; pero conforme terminaban su labor se retiraban, haciéndose la misma pregunta que los policías. ¿Qué salió mal?

Las autoridades quizá adiestradas ante lo repetitivo de los incidentes en la región sureste, negaban dar datos, aunque por encima de ello sobrevolaba una duda constante: ¿Qué está pasando en el aeropuerto de Ramos Arizpe que se están cayendo los aviones?