Univisión | Los Ángeles.- Sanaa Cunningham murió en febrero de 2017, después de que su padre y su madrastra la llevaron a un centro de urgencias porque tenía problemas para respirar. Las autoridades encontraron evidencia de abuso infantil grave y negligencia

Germayne Cunningham, un expolicía de Phoenix y su esposa Lisa, recibieron cada uno un cargo de asesinato en primer grado y 10 cargos de abuso infantil por la muerte de la hija del exoficial.

Sanaa Cunningham, de 7 años, murió en febrero de 2017, después de que su padre y su madrastra la llevaron a un centro de urgencias porque tenía problemas para respirar. Su padre, Germayne era en ese momento detective del Departamento de policía de Phoenix y tenía la custodia completa de Sanaa.

De acuerdo con los registros judiciales, la pareja obligó a la niña a dormir afuera, en un patio, durante el invierno. También le tenían restringida la comida y no le brindaron la atención médica necesaria, entre otra serie de abusos.

Los reportes señalan que la policía de Goodyear y el Departamento de Seguridad Infantil (DCS) visitaron la casa de la familia Cunningham en diciembre de 2016 para verificar si la menor se encontraba bien. Otro informe judicial indica que la familia tuvo varios encuentros con funcionarios del DPS. La pareja tiene seis hijos en común.

Germayne trabajó como oficial y detectiva del Departamento de Policía de Phoenix desde 2005 hasta septiembre de 2017, cuando presentó su renuncia. Tras 12 años de servicio, se retiró y cobró su retiro de casi 125,000 dólares. En ese momento estaba bajo investigación criminal por la policía de Goodyear y una investigación interna por parte de Phoenix.