México.- Laura Bozzo, la loca, la gritona, como ella misma afirma, alista el estreno al aire de su programa, en el que abordará casos como el de Kalimba y con el cual cumple el sueño de trabajar en Televisa.

A ella no le interesa el amarillismo, asegura, sino “resolver y ayudar”. Dice haber resuelto casos como el de Celia Lora, hija del vocalista de El Tri, y “si es eso es ser amarillista, lo soy a mucha honra”.

A partir del próximo 24 de enero, “Laura de México” expondrá de lunes a viernes secuencias como “Laura se hará justicia”, con problemas de impunidad; Laura casos resueltos; y héroe o heroína, con aquellas personas que realizan alguna labor de manera anónima.

“La loca, la gritona, yo soy así, me toman o me dejan, no soy una figurita preconcebida para la televisión; no necesito de nadie para demostrar mi credibilidad. No tengo curvas, soy plana, pero lo único que tengo en la vida es cerebro.

“Me enfrenté a un presidente en Perú y estuve cinco años arrestada, he tenido líos con todo el mundo por decir la verdad. Yo en México camino sin seguridad, he estado en situaciones de peligro, pero nunca he tenido problemas, no tengo miedo”.

En Televisión Azteca nunca sintió estar en su casa, “ahí viene el monstruo, ahí viene la loca”, sentía que hablaban al verla. Ahora en Televisa cumple el sueño decretado hace 11 años, de trabajar en la cadena de televisión más importante de habla hispana.

Reconoció que la comunicadora Patricia Chapoy es la reina de la televisora del Ajusco, pero que sus problemas fueron provocados por la falta de apoyo para crecer de manera profesional.

“A mí me puede criticar todo el mundo y lo acepto, pero se resolvieron casos. No hubo respuesta al esfuerzo, en cuanto a ayuda de producción y durante dos meses rogué por ello.

Ahora tengo la oportunidad de tener un equipo más amplio y de contar con el apoyo de Fundación Televisa. El programa tiene el contenido de la realidad. Mi obsesión siguen siendo los casos de Ciudad Juárez y si estoy acá, entre otras cosas, es para tocar esos temas”.

Como doctora en Derecho y en Ciencias Políticas, con un postgrado en criminología, la presentadora ya investiga en torno a la demanda contra el cantante Kalimba, para ser abordado desde su propia óptica.

“Las obras hablan por mí, los casos resueltos. Cuando hay un problema a nivel Latinoamérica ahí estoy. Trabajar con Fundación Televisa es un honor y un orgullo, porque demuestra que no estamos jugando”, indicó.