Nacional
Por Agencia Reforma
Publicado el domingo, 14 de mayo del 2017 a las 13:21
Ciudad de México.- Maestros apáticos, corrupción y desinterés de las autoridades son los elementos que podrían hacer fracasar el nuevo modelo educativo anunciado por el Gobierno federal, advierte la maestra Graciela González, directora de la escuela Manuel Bartolomé Cossío, que desde hace más de cinco décadas aplica el modelo “aprender a aprender”.
Fundada en 1964 por la maestra Chela –como la conocen sus alumnos– y su esposo, José de Tapia, un exiliado español que llegó a México con los refugiados de la Guerra Civil en los años 30, en esta escuela cursó el preescolar y la primaria el actual titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño.
La maestra Chela, quien dio matemáticas al hoy titular de la SEP, asegura que el método de enseñanza del plantel, basado en la técnica del pedagogo francés, Célestin Freinet, está reflejado en el nuevo modelo educativo. La premisa de éste, agrega, plantea que lo importante no es lo que los niños aprenden sino cómo lo aprenden.
Con 53 años aplicando el modelo que hoy pretende replicar la SEP, la profesora indica que la información que se les da a los menores la retendrán o la olvidarán en la medida en la que la utilicen en su día a día.
Por ello, insiste, lo importante no es que memoricen fechas, nombres o sucesos, sino que en ellos se despierte la curiosidad por la información, que aprendan a buscar ésta, a comprenderla y a ordenarla; la retención de los datos vendrá por añadidura.
“Nosotros lo hacemos hace 50 años y no le llamamos aprender a aprender, pero eso es, que el niño no aprenda exactamente aquello que busca y que prepara para exponer, aprenda la forma de buscar, aprenda la forma de ordenar, aprenda la forma de sintetizar, la forma de exponer. Eso es lo importante, eso es aprender a aprender”, explica.
De 87 años y aún activa, la maestra Chela señala que si bien es importante que a los niños se les proporcionen conocimientos estandarizados, sobre todo durante la educación básica, éstos deben ser esbozos, pues en su vida adulta mucha de esta información no les será útil.
“Todos, a nivel primaria y secundaria, en principio, deben aprender lo mismo, digamos, un poquito de todo lo más superficialmente posible y lo muy importante. A lo mejor tienen que saber que Miguel Hidalgo es el padre de la patria y que él inició la guerra de independencia… claro, eso lo aprende todo el mundo, pero llega un momento en que un médico sabe mucho más de medicina que lo que puede saber de historia.
Según su experiencia, este método de enseñanza genera en los alumnos interés por el conocimiento, porque les muestra que aprender es placentero.
“Esta forma de trabajar con los niños nos lleva a que se interesen por el conocimiento; se dan cuenta de que saber cosas es agradable… se dan cuenta de que el conocimiento produce placer, entonces empiezan a leer, a investigar por su cuenta”, asegura.
Maestros con vocación, uno de los retos
La maestra Graciela González advierte que el nuevo modelo educativo impulsado por su exalumno enfrenta muchos retos; uno de los más importantes es la apatía de los maestros.
“El placer de compartir con los niños es lo que hace que el niño busque; entonces, un maestro apático, un maestro rendido al menor esfuerzo, un maestro que le da el libro y se pone a dormir, es muy difícil que llegue a ser este maestro y ese es el gran reto que tiene la Secretaría de Educación Pública: fomentar en sus maestros este deseo”, indica.
La maestra Chela afirma que el nuevo modelo requiere maestros con vocación.
“¿Qué se necesita? Mi alegría de estar con los niños, eso es lo primero; querer a los niños y querer trabajar con ellos y hacerlos florecer, ese es el motor principal. Es decir, tener vocación de maestro, y la vocación significa alegremente compartir con los niños el conocimiento, de aquí para allá y de allá para acá”, señala.
Asegura que en este punto, las autoridades educativas tienen una gran responsabilidad pues, para tener maestros con vocación, es necesario acabar con el de-sorden y con la corrupción que permea el sistema educativo del país.
La profesora sostiene que en la medida en la que las autoridades educativas ejerzan adecuadamente los recursos públicos, se podrá mejorar la infraestructura de las escuelas y las condiciones laborales de los maestros.
“¿Qué hay qué hacer? Volvernos más eficientes y dejarnos de ladronerías, y que los ingresos del país sean para beneficiar al país, ¡la utopía de las utopías de las utopías! Cuando no seamos un país de corruptos sino un país de trabajadores, y ¿cuándo va a ser eso?…”, cuestiona.
De interés
Con 53 años aplicando el modelo educativo que hoy pretende replicar la SEP, la profesora Graciela González, directora de la escuela Manuel Bartolomé Cossío, indica que la información que se les da a los menores la retendrán o la olvidarán en la medida en la que la utilicen en su día a día.
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