Caracas.- Al desaparecer un naranja atardecer caraqueño y abrirse paso la oscuridad de la noche, se apagaron las luces de la gran tarima de espalda al cerro Ávila y comenzaron a calentarse las emociones. La oscuridad permitió ver en las pantallas gigantes laterales, un mix de sus videos musicales más conocidos que marcó el inicio de una excelente jornada musical de brillante organización.

A las 20:10, Avril Lavigne se presentó ante un no muy numeroso pero sí apasionado público venezolano bajo las notas del tema Black Star. Un largo telón rojo y seis músicos en escena, acompañaron a la canadiense que sostuvo una brillante estrella verde en su mano derecha, mientras cantó el corto intro con el que comenzó un repertorio de 19 temas. Minutos antes la agrupación venezolana Sonica cumplió el objetivo de despertar los ánimos con nueve canciones llenas de rock, algunas de ellas pertenecientes a su nuevo disco Once.

“¡Hola chicos! ¿Están listos?”, preguntó antes de iniciar la descarga con el sencillo What The Hell, el primero de su más reciente álbum titulado Goodbye Lullaby que promociona con la gira latinoamericana Black Star, iniciada en Caracas este 18 de julio.

La rubia de 26 años de edad se paseó de un lado al otro de la tarima, moviendo piernas y brazos como una pequeña infante que se divierte al máximo al participar en uno de sus juegos favoritos, haciendo relucir sus brillantes y llamativas botas verdes. Mientras el piso de la locación elegida para el show temblaba con los brincos de la fanaticada que imitaba a la artista saltando de alegría.

“¡Esta es mi primera vez aquí en Caracas y ya siento que me encanta! ¿Están listos? Quiero ver saltando a toda la gente que está enamorada”, comentó en inglés la artista de delineados ojos antes de cantar Skater Boy. No fue fría y antipática como se mostró en la rueda de prensa, al contrario, la interacción con el público y las sonrisas se mantuvieron durante toda la hora y media que ofreció de concierto.

Los presentes no eran muchos pero disfrutaban al máximo y con pasión la presencia de la cantante. Antes de interpretar He Wasn’t con su guitarra negra en mano, Avril mandó a prender las luces frontales para poder apreciar bien a los asistentes y jugar un poco con ellos mandándoles a levantar las manos o a gritar fuerte. Simpatía planeada pero efectiva.

Sus músicos tomaron el protagonismo por un momento mientras versionaban Unwanted instrumentalmente, como antesala al regreso de la estrella. Para sorpresa y alegría de muchos la canadiense realizó un cover del éxito de B.o.B y Hayley Williams llamado Airplanes, antes de despertar la euforia con los temas Happy Ending, Girlfriend y Don’t Tell Me.

Tras mostrarse nuevamente, gritar a todo pulmón “Caracas te amo” y deleitar a capella una vez más con el coro de What The Hell, Avril Lavigne agradeció a todos por disfrutar tanto el Black Star Tour y se despidió cantando Complicated, el himno que la dio a conocer en el mundo entero hace casi 10 años.