Ciudad de México.- Pese a que acaba de iniciar 2017 y es un poco apresurado lanzar listados y análisis estadísticos, la organización independiente International Crisis Group (ICG) sorprendió ayer al comparar los problemas de México con la crisis que viven los países que combaten a Estado Islámico y otras organizaciones yihadistas, así como a Ucrania y otras naciones que sufren tensiones políticas.

Al definir y enumerar a los llamados “puntos críticos del mundo”, ICG señala que la inestabilidad política, la volatilidad de la sociedad por conflictos armados o rechazo a los gobiernos y los factores de crisis económica mantienen a estas naciones en momentos donde los derechos humanos y la ciudadanía se ven amenazados por la violencia.

La lista publicada ayer es encabezada por Siria, donde se libra una sangrienta guerra desde hace cinco años entre tropas rebeldes del gobierno de Bashar Al Assad y la comunidad internacional, a la par de Irak, donde el Gobierno enfrenta una violenta batalla contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

También nombra a Afganistán, donde los conflictos anteceden a las intervenciones extranjeras desde los años 90, el arribo de los talibanes y décadas de guerras e invasiones que han dejado profundas divisiones y un conflicto sectario que no parece tener fin.

Están Yemen, Sudán del Sur y Turquía. En este último se registraron más de 20 ataques extremistas en 2016 vinculados tanto a Estado Islámico como a un movimiento separatista kurdo que ha combatido al gobierno de Recep Tayyip Erdogan desde hace décadas. Las otras naciones mencionadas también sufren de tensiones políticas y guerras civiles.

Asimismo, Gran Sahel y la región del Lago Chad, República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Birmania sufren de conflictos armados detonados por cuestiones religiosas, la intervención de naciones extranjeras o el surgimiento de grupos guerrilleros que buscan derrocar a los gobiernos en turno.

México completa el mapa de pánico de ICG, ya que aunque no tiene una guerra civil declarada, la volatilidad de los grupos del crimen organizado, el rechazo a Enrique Peña Nieto y la depreciación del peso frente a otras monedas, por un conflicto que tiene más de 10 años ha puesto en evidencia que el país no es más que “una olla de presión a punto de estallar”.

VIOLENCIA AL LÍMITE

El ICG, cuya misión es alentar acciones inteligentes para la paz, asegura que estos 10 “puntos críticos” del planeta podrían volverse aún más impredecibles en 2017.

“Incluimos a México porque hemos visto niveles de violencia armada en el país que han llegado a cifras comparables con los de zonas de conflicto. Las tasas de homicidios por el crimen organizado han llegado a estar entre las más altas del mundo, comparadas con las de conflictos como Afganistán, por eso decidimos trabajar con el caso de México”, dijo Ivan Briscoe, director del programa para América Latina de ICG.

Briscoe indicó que el problema de México no es un conflicto convencional como el de Siria o Yemen, donde distintos grupos, políticos o étnicos están luchando por el control del estado o de territorio, ya que las actividades criminales se fortalecen sin que haya alguna respuesta para contrarrestarlas.

“Por ejemplo, las mutilaciones o decapitaciones de los grupos criminales y el uso de las redes sociales para diseminar sus actos brutales, que son actos que pueden ser calificados como terroristas, son la muestra de la escalada de violencia, que se compara con la que se vive en los otros países”, señaló.

HARTAZGO MEXICANO

Además del incremento de la violencia criminal, México tiene otros problemas: el gobierno de Enrique Peña Nieto enfrenta niveles bajísimos de popularidad, acusaciones de corrupción, una economía aletargada y la continua caída de la moneda, el peso.

“Los niveles de inseguridad del país y los problemas económicos han causado una merma en la confianza en el Estado y en la popularidad del Presidente, que quizás es el mandatario más impopular en la historia de México. Y han afectado fundamentalmente la legitimidad del Estado mexicano”, cuestiona el experto de ICG con base en las recientes protestas.

Briscoe afirma que al país le espera una serie de políticas potenciales del nuevo Gobierno de Donald Trump, cuyo impacto podría ser sumamente adverso. El ICG lo llama “un peligro muy fuerte” que se suma al clima de tensiones políticas y sociales del país.

“Se va a acabar parte de ese buen negocio que teníamos con EU y es momento de mirar a otros lados. Hay que tener un plan B. Hay que buscar nuevos amigos, otras rutas y otros socios, como China y otros países, porque si nos quedamos en la misma circunstancia, cerramos el país. Se acabó esto”, afirmó Vidal Romero, jefe del departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)

¿COMPARAR CON SIRIA ES VÁLIDO?

El investigador mexicano señala que el punto de comparación entre México y estos países debería tener al país un escalón abajo, básicamente por la solidez del Gobierno y las instituciones.

“Pero dicho eso, esto no quiere decir que no se vea en el horizonte una probabilidad muy alta de que continúe o se incremente la violencia de grupos criminales. Esto es bastante factible. Simplemente el hecho de que el dólar ahora cueste más, ya hace aún más atractivo el negocio del narco”, agregó.

Romero advirtió que los impactos económicos por el petróleo y por el dólar al Gobierno federal harán que opere con un presupuesto bastante ajustado, lo que implica menos gasto en temas de seguridad. El investigador concluyó que si a eso se suma la corrupción en todos los niveles y la problemática de los gobiernos estatales y municipales, la situación resulta crítica.