Ciudad de México.- El cambio climático llegó para quedarse. Este tema dejó de ser un mito que muchos científicos incluso refutaban, en cuanto a la magnitud de sus efectos, y se ha convertido en una catastrófica realidad que ha comenzado a dispersar sus efectos por todo el mundo.

En México, el ejemplo más evidente de que este fenómeno climatológico nos ha alcanzado está en los cruentos efectos que desde el año pasado está dejando la sequía que, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ya ha afectado el equivalente a 40% de todo el territorio nacional, principalmente el norte y el Bajío.

Según esta misma dependencia, la temporada de estiaje registrada durante el presente año en México ha afectado 989 mil hectáreas de superficie agrícola y un millón 750 mil cabezas de ganado.

El cambio climático ha potencializado los contrastes, a tal grado, que 2010 fue el más lluvioso del cual se tenga registro, mientras que este 2011 ha sido el más seco durante siete décadas.

La peor sequía en 70 años afecta a los estados de Durango, Chihuahua, Baja California, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Zacatecas y por supuesto a Coahuila.

COAHUILA ANTE EL DESASTRE
Nuestra entidad es una de las ocho más golpeadas por la falta de lluvias en todo el país. De acuerdo con estimaciones de las autoridades agropecuarias, tanto estatales y federales, son miles las familias que están padeciendo la sequía, originando de paso millonarias pérdidas económicas para el estado, debido al abaratamiento en la venta de ganado.

La afectación ha resultado a tal punto grave que, estimaciones de la nueva Secretaría de Desarrollo Rural del estado, advierten que las pérdidas podrían superar los 240 millones de pesos por la muerte de ganado, la caída en el precio por su pérdida de peso y la reducción consecuente del 50% de las exportaciones ganaderas.

Según el último informe, actualizado el pasado 9 de diciembre, en Coahuila han fallecido 6 mil 543 cabezas de ganado bovino y 3 mil 512 de ganado caprino y ovino. Esto ha dejado pérdidas calculadas en 31.6 millones de pesos.

Adicionalmente, la mala alimentación por la escasez de pastos y forrajes ha impactado en el peso de los animales, que obliga a los productores a reducir el precio de venta, ocasionando pérdidas por 208 millones de pesos.

Garza Flores advirtió que la problemática también generará una caída en las exportaciones de ganado en pie, en poco más del 50%, al pasar de 82 mil cabezas en promedio anual a 40 mil en este año.

Para hacer frente a la situación, el Estado ha invertido más de 8 millones de pesos en la dotación de suplemento alimenticio y se espera invertir otra cantidad similar en los siguientes meses, agregó el secretario de Desarrollo Rural.

EL ESCENARIO CATASTRÓFICO
De acuerdo con la delegación regional de la Sagarpa, la situación en Coahuila podría empeorar en los próximos meses, toda vez que, según estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional, la falta de lluvias podría extenderse hasta la primavera del siguiente año.

Si esto ocurriera, el problema comenzaría a extenderse, originando incluso que el agua para consumo humano comenzara a escasear de forma generalizada, toda vez que presas, represas y pozos comenzarían a quedar completamente secos, informó la dependencia.

De acuerdo con el delegado Roberto Ruiz Silva, en esto momentos la situación es sumamente complicada para cientos de familias que viven en zonas alejadas de las cabeceras municipales de diferentes municipios.

“(A) Muchos municipios los han estado abasteciendo de agua en pipas, sin embargo, es muy difícil, las presas y las pilas están comenzando a quedar vacías, a pesar de que las recargas a mediados del año pasado con las lluvias originadas por el huracán ‘Alex’ dejaron precipitaciones récord, pero ya son muchos meses sin llover”, comentó.

Debido a ello –explicó– se han tenido que tomar medidas emergentes, como la movilización de miles de cabezas de ganado, para que éste pueda sobrevivir y los productores puedan rescatar su patrimonio.

“Si estamos hablando de que son 450 mil cabezas de ganado lo que traemos, estaríamos hablando de que se estarían movilizando o llevando a rastro más o menos 90 mil cabezas (…) ese sería el impacto en cuanto al inventario ganadero, no significa que sean animales que se hayan visto siniestrados, pero sí es necesario movilizarlos para salir adelante lo mejor posible”.

Y es que las autoridades buscan aminorar los saldos de la contingencia agrometeorológica, pues a la fecha los daños suman 11 mil 375 cabezas siniestradas, de las cuales 8 mil son bovinos y el resto son caprinos.

En lo que se refiere a daños al agro, Ruiz Silva estableció que al menos 42 mil hectáreas se han dejado de establecer, de las cuales 27 mil correspondieron a maíz, casi 10 mil a sorgo y 5 mil 500 a frijol, que son los cultivos que más se afectaron.

“Aquí pues, no podemos hablar de siniestro, porque no se establecieron debido a la falta de agua para sembrar, sin embargo, evidentemente hay una afectación para los productores y sus familias, que no sólo no tuvieron cosecha, sino que está peligrando lo que viene y tenemos que prepararnos para eso”, estableció.

Por lo pronto, hace unas semanas y ante el escenario que se vive, la dependencia destinó 34 millones de pesos para ganaderos de la entidad.

De ellos, se han destinado 20 millones de ellos para que los ganaderos puedan despoblar su ganado y se queden sólo con el más productivo; aparte los otros 10 millones son para la siembra de forrajes, pagando mil 100 por hectárea sembrada.

De acuerdo con datos de la entidad, se tienen aseguradas más de 175 mil cabezas de ganado, de las cuales 150 mil son de bovino y 25 mil de caprino.

El mismo Ruiz Silva comentó que aparte se anticipó a los productores el pago del Programa de Producción Pecuaria Sustentable y Ordenamiento Ganadero y Apícola o nuevo Progran, que se pagó desde abril, con el mismo objetivo.

‘NI EN LOS PEORES AÑOS FALTÓ TANTO EL AGUA’
De acuerdo con conteos de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) en Coahuila existen cerca de mil comunidades. Ejidos, centros de nueva creación y congregaciones que están sufriendo por la falta de agua, no sólo para sus actividades agrícolas, sino también para beber.

De acuerdo con funcionarios de la dependencia, la de este año constituye una época de estiaje atípica, prolongada y sumamente agresiva.

Nosotros nos concentramos con mayor intensidad en esta sequía –aseguró el director técnico de la dependencia– en los ejidos de la zona candelillera, en la desértica de nuestro estado, y esto nos ha obligado a tener acciones importantes en materia de infraestructura hidráulica para la localización del agua.

Según datos de la CEAS, más de mil 300 obras hidráulicas se han construido en este sexenio, del orden de los mil 500 millones de pesos, tratando de aminorar los efectos de la falta de agua de cientos de comunidades, sin embargo la infraestructura es sólo una parte de la solución y la naturaleza no ha correspondido con lo que le toca.

“Claro que falta agua (…) hay estanques o veneros que están secos y no habían estado secos ni en los peores años de escasa lluvia”, dijo Enrique Salazar

Para nosotros todas las comunidades rurales están padeciendo la sequía y tiene la misma intensidad -dijo- lo que clasificamos es aquellas que se encuentran en la zona candelillera, en la parte norte: Ocampo, Sierra Mojada…han tenido una problemática especial pues se incrementa por la sola circunstancia geográfica y orográfica de su ubicación.

Tal cual sucede con la mayoría de las dependencias encargadas de la atención de esta contingencia, los pronósticos no son nada alentadores, aunque aseguran que el cambio climático siempre tiene deparadas situaciones inesperadas.

“Si continúa en este sentido la falta de precipitaciones pues, se va a agudizar el problema de nuestros acuíferos, pero lo que tenemos que hacer es escuchar a los técnicos”.

A decir de la CEAS, resulta sumamente complejo combatir los periodos de falta de agua en las circunstancias bajo las cuales hoy lo hacemos, por lo que resulta urgente, además de llevar a cabo labores de remediación, comenzar a trabajar en labores preventivas y de orientación.

“Tenemos que ser grandes administradores del agua, celosos administradores; nuestros sistemas operadores tienen que trabajar en tener mejores equipos, mejor tecnología, mejor administración y el Estado tiene que continuar con el equipamiento”.

MIL FAMILIAS EN RIESGO
Hace unos días, el secretario de Desarrollo Social nacional, Heriberto Félix Guerra, informó que habría quedado definida una nueva etapa del Programa de Empleo Temporal Inmediato (PETI) en los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, para que la población que perdió todo lo que tenía a consecuencia de la sequía pueda tener algún ingreso que le ayude a salir adelante.

El funcionario federal informó que la ayuda humanitaria por las contingencias climáticas abarcaría las necesidades básicas de las personas afectadas.

“Seguimos llevando agua para que tengan qué beber, alimentos y cobijas, y el operativo continuará hasta que concluya la contingencia”, comentó en entrevista para un diario nacional.

El mismo funcionario dejó en claro que uno de los estados a los que se destinaría mayor apoyo sería Coahuila, donde según la delegación estatal serían asignados alrededor de 10 millones de pesos para apoyar el programa que no ataca las causas del fenómeno sino sus consecuencias.

“El problema de la sequía está básicamente dividido en dos zonas: la Comarca Lagunera, son Madero, Viesca, Matamoros y San Pedro, y acá en el sureste Ramos Arizpe, General Cepeda y Juárez, esas son la zonas que tenemos reportadas como las más afectadas en el estado”, dijo el delegado Eduardo Ortuño, en entrevista para Revista Saltillo.

De acuerdo con el recién nombrado funcionario federal en el estado, a la fecha podrían ser alrededor de 3 mil las familias las que padecen de alguna forma los efectos devastadores de la falta de agua.

“En esta zona son alrededor de 900 familias, mientras que en la Comarca Lagunera es alrededor del doble de esas familias, por lo que estamos buscando que se aterrice el proyecto y se aplique a la brevedad”

Por si la situación de la sequía no fuera lo suficiente grave, la entrada del invierno y de las tormentas invernales ha sumado vicisitudes a las comunidades de las zonas serranas de la entidad.

“Se está priorizando la entrega de cobijas y ropa invernal a los adultos mayores en los 71 municipios declarados en estado de emergencia por el Sistema Nacional de Protección Civil y pues, tenemos que pensar en todo”, dijo.

“Pero en cuanto al programa de empleo temporal, lo que estamos pensando hacer es suplir ese ingreso que falta por las cuestiones inherentes a la sequía, fomentando y sacando este programa con acciones que beneficien a la comunidad, como la limpia de acequias, abrevaderos, que en el momento en que regresen las precipitaciones estén en condiciones, y de esta manera las personas se beneficien con los jornales que Sedesol les pagaría por esa labor”, concluyó.