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Por Agencia Reforma
Publicado el domingo, 19 de marzo del 2017 a las 05:50
Ciudad de México.- Con dos arponazos las Chivas liquidaron a unos peligrosos, pero ya moribundos Tiburones, que se hunden en el fondo del océano porcentual.
Con un gol de Alan Pulido en un mano a mano, más un sólido cabezazo de Angel Zaldívar, el Guadalajara derrotó 2-0 al Veracruz y se consolidó como líder del torneo con 20 puntos.
De paso los rojiblancos bajaron más al cuadro jarocho en el fondo de la tabla de cocientes, al ligarles su décima derrota consecutiva como visitante.
Sin embargo, el trámite del partido no fue sencillo para los tapatíos, pues tras un inicio veloz y explosivo inicio, soltaron el acelerador y también el balón.
Los escualos sin una adecuada dirección técnica, pero a base de experiencia y de ubicarse mejor en el terreno, se adueñaron del esférico gracias al oficio del veterano Egidio Arévalo y a la técnica de Ángel Reyna, quien con buen toque metía en problemas a sus marcadores.
Carlos Reynoso Junior, junto a Juan Antonio Luna aparecieron en la banca veracruzana, ante la ausencia del “Maestro” quien está apartado de su equipo por motivos de salud.
Aún así los rojiblancos se mostraban como un equipo vulnerable cuando no tenían la pelota y por momentos hasta con titubeos defensivos.
En el segundo tiempo, el Tiburón que parecía rodear al Rebaño para hacerle daño, se fue desfondando y perdiendo oxígeno. Algo característico en los equipos de Reinoso.
Chivas en cambio hacían gala de su dinámica, a pesar de no tener la cuota de talento de Eduardo López, quien fue intermitente y hasta se fue relevado de cambio.
Pulido quien fue de los hombres de mayor movilidad junto a Rodolfo Pizarro y Orbelin Pineda, tomó una pelota por el centro, se fue quitando defensas, y ya sin piernas disparó a media fuerza, pero el portero Gallese que le metió la mano al balón no pudo evitar que se fuera a las redes.
Después, Matías Almeyda metió al contención Michael Pérez, para tratar de conservar la ventaja, pero el rival ya estaba a su merced y era cuestión de tiempo que cayera otro gol.
Pizarro la tuvo al 87′ cuando disparó cruzado, pero Gallese ahora en gran intervención, desvió a tiro de esquina.
Así en la siguiente jugada Ángel Zaldívar con un remate de cabeza, sin marca, líquido el partido a dos minutos del final.
La victoria rojiblanca fue la primera de los tapatíos ante el Veracruz en la cancha Estadio Chivas, en donde antes solo habían empatado en dos ocasiones y sufrido una derrota.
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