México.- Tras 1 año de retraso, la empresa que construye el monumento conmemorativo al bicentenario de la Independencia de México, anunció que para fines de este año quedará concluida.

Además el costo de la construcción de este monumento aumentó, lo que para muchos es gasto inecesario y polémico, pues aseguran es otro acto de corrupción por parte de las autoridades.

En el inicio de la obra según contemplaron costaría 393 millones de pesos, y el aumento lo justifican por que de principio no advirtieron que tendrían que construir rampas para discapacitados, escalones de descansos, más material para construir la monumental edificación y cimientos de 50 metros de profundidad, y no de 30 como indicaron en

Entre esas variaciones mencionó la construcción de rampa para discapacitados, escalones de descanso, el uso de otro tipo de cuarzo, y cimientos de 50 metros de profundidad y no de 30 como planearon al principio.

Hasta el momento informan que hay avance del 53 por ciento en la obra, que corresponde tan solo a la fase de la cimentación de la torre, la cual tendrá show de luces con alta tecnología y la construirán con cuarzos importados desde Brasil.

La Estela de Luz quedará finalmente lista para diciembre de este año, entre la controversia de si existe o no actos ilícitos por la cantidad exhorbitante de dinero que gastarán en construirla.

La torre del Bicentenario mexicano, centro de una polémica

La llamada Estela de luz fue bautizada por sus críticos como “monumento a la vergüenza”. Costará el triple de lo previsto, será entregada con más de un año de demora y no tiene sentido histórico.

El complejo de 104 metros de altura de la torre central, hecha con una serie de columnas que soportarán paneles de ónix, serán iluminadas por dentro en patrones cambiantes por luces de led (diodos emisores de luz) entre dos capas de piedra translucida.

El monumento que estará en el centro de la ciudad de México en teoría era lo más importante de las celebraciones del año pasado para conmemorar el inicio de la insurrección de independencia en 1810.

El diseño fue pensado como un símbolo resplandeciente de esperanza e inspiración en un país asolado por la violencia del narcotráfico que ha costado más de 35 mil vidas desde que el Gobierno lanzó una ofensiva contra los cárteles de las drogas a finales de 2006.

La torre, formalmente conocida como Estela de Luz, ha recibido apodos como “monumento a la vergüenza” o “monumento a la dependencia”.Tendría que haber costado 35 millones de dólares y ser inaugurada el 15 de septiembre del 2010. Pero López dijo el jueves que el monumento no se concluirá sino hasta finales del 2011 y costará 90 millones de dólares.

Los sobrecostos y retrasos en el proyecto se han convertido en un tema de debate amargo en México y hasta Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, quien se hizo cargo del proyecto para el Gobierno, ha reconocido que detectó “ineficiencia”, aunque no corrupción, en el proyecto.

El director de la compañía que supervisa la construcción, Ignacio López, argumentó que dos tercios de los materiales usados en la torre revestida de ónix son importados, en su mayoría de Brasil e Italia. “Entre 63% y 65% del contenido es extranjero. Las columnas (de acero inoxidable) no se pueden producir en México”, precisó.

Tanto Lujambio como la compañía constructora dijeron que el arquitecto del proyecto presentó tarde e incompletos los planos del proyecto, y que fueron necesarios algunos cambios para asegurar la estabilidad de columnas tan altas. La excavación de cimientos fue a mucha mayor profundidad de lo especificado originalmente.

“Ahí están precisamente, 50 metros debajo de la tierra, ahí están precisamente los millones que hemos invertido”, dijo Lujambio, refiriéndose a un sistema complejo de cimientos y refuerzos.

Pero igualmente quedó claro que el gobierno mexicano tuvo la idea muy tarde para construir este monumento a tiempo para el bicentenario. El proyecto fue lanzado en el 2009, y los esbozos finales y cálculos no estuvieron listos sino hasta junio de 2010, apenas tres meses antes de cuando se suponía tenía que estar listo.

Los constructores también han tenido problemas. La compañía organizó una visita para reporteros por la construcción, donde los cimientos están terminados, aunque ninguna de las columnas se ha erigido aún. Uno de los hombres en el recorrido pisó un cable desgastado que serpenteaba entre algunas barras de metal, lo que provocó una lluvia de chispas en la escalera de metal donde estaban los periodistas.