Vida
Por Grupo Zócalo
Publicado el lunes, 13 de enero del 2020 a las 09:53
Nuestro organismo asimila la ingesta de alcohol mediante un proceso complejo, que involucra a muchos órganos. Durante el proceso de metabolización del alcohol en el cuerpo, éste se absorbe a través del estómago y el intestino delgado. Desde ahí se irradia a todo el torrente sanguíneo.
De esta forma, la absorción de alcohol que se produce a través del aparato gastrointestinal apenas es ingerido. El intestino delgado absorbe el 70%, el aparato digestivo, el 20% y el colon un 10% . Sin embargo, es el hígado el responsable de descomponer y eliminar la sustancia etílica. Así, un hígado sano puede metabolizar el alcohol a razón de 10 a 20 ml por hora.
Se puede eliminar el alcohol por dos vías: a través de la metabolización orgánica o por excreción. La mayor parte se elimina por metabolismo, a través del hígado, y entre un 1 y un 10 % se elimina de forma pura a través de la orina, las heces, el sudor y la exhalación.
Como resultado, el cuerpo humano es capaz de metabolizar esta sustancia en un plazo aproximado de 10 horas. Aunque el tiempo de descomposición siempre va a depender del alcohol consumido y de las características propias de cada usuario. Es decir, de su edad, género, grasa corporal, complexión, hábito de consumo, alimentación previa, etc.
El nivel de etanol en sangre permite dilucidar el grado de alteración cognitiva y conductual en el consumidor. Esto es, su grado de embriaguez. Esta medición resulta muy concreta y refleja el consumo de alcohol realizado en las últimas 8 horas. De ahí que las analíticas de sangre sean a menudo solicitadas por motivos médicos, forenses o penales.
Por otro lado, la tasa de alcoholemia, medida por el control de alcoholemia, tiene en cuenta la concentración de alcohol que contiene la sangre. Es decir, cuántos gramos de sustancia etílica hay por cada litro de sangre.
La sustancia etílica se expande rápidamente por el torrente sanguíneo y por los diversos tejidos corporales. Este proceso de absorción depende del lapso de tiempo que transcurra durante su ingesta y el tipo de bebidas etílicas consumidas.
Así, cuanto más rápido se beba, mayor será la velocidad de absorción y la cantidad total de alcohol que llegue a la sangre. Al mismo tiempo, la graduación de las bebidas marca una gran diferencia. Las bebidas fermentadas (vino, cerveza, etc.) conllevan una absorción corporal más lenta que las bebidas destiladas (whisky, licores, etc.). Asimismo, la combinación de alcohol con bebidas gaseosas o tomada de forma caliente favorece la velocidad de la embriaguez.
La eliminación del etanol en el organismo se halla a expensas del hábito de consumo del usuario. Así, en consumidores abusivos o crónicos, la metabolización y la eliminación del alcohol se producen de forma más acelerada que en consumidores esporádicos.
No obstante, múltiples factores inciden en la mayor o menor rapidez para la metabolización de las sustancias etílicas. Y, por tanto, en cuánto dura el alcohol en la sangre. Por ejemplo:
Es por eso que dos personas que han bebido exactamente lo mismo, pueden obtener distintos resultados en un control de alcoholemia.
Fuente: comodejarelalcohol.com
Más sobre esta sección Más en Vida
Hace 17 horas
Hace 22 horas
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 2 dias