Monclova, Coah.- El sueño de que Santa Clós le trajera una peluca como regalo de Navidad, se volvió ayer realidad para Marely, una pequeñita monclovense de apenas siete años de edad que perdió su cabellera a causa de las quimioterapias que lleva como tratamiento para vencer el cáncer en la sangre que padece.

La asociación civil Manos de Acero, presidida por Emanuel de Hoyos y la familia Fuentes Rivas, creadores de Causa Tadeo, a cargo de Berenice Fuentes, así como benefactores monclovenses que se unieron a la causa; fueron los encargados de tejer esta historia ayudando a Santa Clós, que desde el Polo Norte arribó ayer al Teatro de la Ciudad Raúl Flores Canelo en Monclova para hacer este sueño realidad.

Todo empezó como una cadena de milagros, cuando a Emanuel de Hoyos, presidente de la asociación civil Manos de Acero, quien tiene como misión apoyar a la gente con discapacidad, le llegó la noticia de que una niñita había escrito entre sus peticiones a Santa, una peluca como regalo.

Mientras tanto, en otro lugar, sin saber aún de la carta, otra pequeñita de nombre Regina Alejandra López, quien tiempo atrás fue intervenida mediante una cirugía en el cerebro, acudió a Causa Tadeo a donar la peluca que había recibido en ese entonces, pidiendo que alguien más la pudiera usar.

Berenice Fuentes, encargada de Causa Tadeo, organización familiar que recolecta donaciones de cabello para posteriormente enviarlos a un centro especializado para convertirlas en pelucas oncológicas, y que surgió cuando a una de sus integrantes le diagnosticaron cáncer apenas a los tres meses de haber nacido su bebé de nombre Tadeo, fue contactada por Emanuel de Hoyos, quien le dijo lo que ocurría con la carta de Marely a Santa.

La encargada de Causa Tadeo, quien tenía en ese momento una peluca donada por la niña Regina y el Presidente de Manos de Acero, a quien le llegó la misión de Marely, vincularon esfuerzos para contactar a Santa Clós y hacer realidad la entrega de los juguetes y la peluca.

Y finalmente ayer, en un vistoso escenario adornado con motivos de Navidad, Marely entró vestida de princesa, con los ojos vendados hasta llegar al escenario en donde al destaparlos pudo acercarse a Santa Clós, quien le dijo que acudía desde muy lejos a cumplir las peticiones de su misiva.

El rostro de Marely, que en un principio se veía ligeramente nervioso y con una gesticulación tímida, cambió radicalmente pues seguido de los juguetes que pidió, una sonrisa amplia iluminó su rostro al abrir el regalo envuelto en la bolsa grande, su peluca oncológica, la que con tanta fe había pedido a Santa, estaba ahí.

Los encargados de las fundaciones, la niña Regina y la conductora Shanti Briseño, fueron quienes se acercaron a Marely recogiendo su feliz impresión y colocando en su cabeza la peluca oncológica que tanto deseaba, en tanto, desde el público su mamá Damaris Danae Hernández Vega, junto a sus hermanitos Melany e Iker, veía y agradecía emocionada la sorpresa para su niña.

No pierdan la fe: mamá de Marely

“Tengan mucha fe, las noticias que te dan allá (clínica) a veces no son muy alentadoras pero no hay qué perder la fe”, expresó Damaris Danae Cervantes Vega, madre de Marely, y dos niños más de 6 y 3 años, quien a sus 27 años lucha para vencer la leucemia que padece la mayor de sus hijas, de apenas siete.

Explicó que apenas hace tres meses empezó esta difícil pero valiente etapa en su vida, pues dijo que a pesar de la adversidad siempre hay ángeles en la Tierra que la apoyan a ella y su hija para enfrentar el cáncer que padece, además de la voluntad de la pequeña de salir adelante y victoriosa de esta batalla.

“Es difícil para ellos (sus hermanitos) entender el proceso en que está su hermana, porque hay momentos en que ella no tiene ánimos y ellos quieren jugar, pero ahí vamos, de la mano de Dios”.

Damaris dice que la pequeña Marely tuvo qué dejar el aula del segundo grado en la primaria 15 de Mayo por un tiempo, pues sus defensas bajan constantemente y debe tener sumo cuidado para que el cuadro no empeore.

“Está desesperada porque ya quiere regresar a clases, ya quiere ver a sus compañeros”, comentó.

Marely recibe su tratamiento en la Clínica 25 del IMSS en Monterrey, por lo que en cada cita sus hermanitos se quedan con sus abuelos paternos mientras ella y su mamá acuden por una semana a su tratamiento.

Mencionó que fue en la quinta quimioterapia cuando perdió su cabello, sin embargo, su mamá la fue preparando para este proceso, por lo que Marley con su corta edad pero una madurez admirable ha respondido positivamente al tratamiento, ya que tiene ganas de terminarlo como le indican los especialistas y erradicar la leucemia que padece.

Ayer fue un día especial, pues Marely recibió la peluca oncológica que había pedido en su carta a Santa Clós.