Castaños, Coah.- “En manos de Dios estará quien mató a mi hijo, él ya no está y no puede decir verdaderamente cómo fueron las cosas para que se juzgara como debería ser, tarde que temprano se hará su justicia divina”, señaló Jesús Tobías, padre del joven taxista Jesús Fernando Tobías, quien fuera asesinado la madrugada del 24 abril en la colonia Santa Cecilia, en Castaños, a manos de Milka Sarahí Mendoza Arista.

“No pienso mancharme las manos nada más porque sí, algún día estaremos con él”, enfatizó.

“Le otorgaron la libertad a la inculpada, ya fue la decisión del juez y pues ni modo, ya quedará impune ese crimen; desgraciadamente mi hijo no se defiende, está en el pozo y esperamos la justicia de Dios, de la que nadie se escapa, y sé que Él será quien haga justicia”, expuso.

Dijo que el proceso en el que sentenciarían a quien dio muerte a su hijo, se basó en los argumentos legales que presentó cada quien ante el juez y estaban confiados en que se sentenciaría, pero la resolución no era lo que esperaban.

“Salimos tarde de la audiencia, veníamos con coraje por la resolución, perder a un hijo no es fácil, cuesta asimilarlo pero le damos la vuelta una y otra vez, pensando, y caemos en lo mismo; fallaron las autoridades en la integración según la valoración del juez, y pues mejor dejarle las cosas a Dios”, expuso.

Dijo que cuando salieron del Centro de Justicia, al término de la audiencia, fue un sentimiento de impotencia y rabia lo que sintieron al escuchar el veredicto del juez Hiradier Huerta.

“Dejo las cosas en manos de Dios, nada más Él sabe; como te comento, platiqué ya con mis hermanos, y decidimos dejar las cosas en manos del abogado que lleva el caso. Platiqué con mi madre, quien dice que sea la mano de Dios la que juzgue”, explicó.

Destacó con voz entrecortada que espera que el consuelo que les queda es estar con Dios en casos como este, en donde la ley del hombre no puede juzgar por sus reglas y juzga según sus leyes.

Consideró que las represalias de parte de la familia se han guardado y se ha pedido a los miembros de ésta que dejen las cosas como están.

“Yo sé que al rato Dios me va a dar la fortaleza, a mi hijo nunca lo voy a olvidar, estará en mi corazón y en mi mente”, dijo tomando una bocanada de aire.

Precisó que ya dependerá del abogado y en qué otras instancias podría desarrollar el caso, pero habría que analizarlo.