México.- En este momento y en este país, del amor se habla mucho, se comprende poco y se vive menos, “hace falta mucho amor, y el personaje central de mi nuevo libro (El fondo de la noche) revela la inmensidad del acto más grande de amar, que es dar la vida por la de otro”, dijo esta noche Javier Sicilia.

El poeta habló así durante la presentación y firma, en el Museo Memoria y Tolerancia del Centro Histórico de esta ciudad, de su libro, que contó con los comentarios del historiador y escritor Enrique Krauze y Eduardo Vázquez, el cual advirtió que se trata de “una novela histórica conmovedora”.

Durante una breve entrevista previa al acto, Sicilia dijo a Notimex que el personaje central de la novela, el sacerdote polaco Maximiliano Kolbe, desde siempre le atrajo. “Fue el hombre quien cambió su vida por la del prisionero Franciszek Gajowniczek en el campo de concentración de Auschwitz”, durante el régimen nazi de Adolfo Hitler.

Explicó que a lo largo de muchos años se nutrió de un gran número de documentos históricos y biografías de ese personaje, y “de todo ello, no me acababa de convencer nada más que el acto de morir para poder salvar la vida a Franciszek Gajowniczek, quien murió hace poco, a los 93 años de edad”.

Como consecuencia, continuó, se preguntó cómo Kolbe pudo haber hecho eso en medio del horror del Holocausto. “Así, la novela inicia cuando, ya viejo y cerca de la muerte, Franciszek Gajowniczek se hace la pregunta (de) por qué aquel hombre dio la vida por la de él”.

El texto refleja el paralelismo de dos mundos que tienen en común el temor y la incertidumbre, y narra ese acontecimiento real. “La respuesta es cómo él está mimetizado con el personaje, porque de alguna forma está viviendo su propia vida. Empieza a rememorar hasta que desmenuza cómo se dio ese acto”, detalló.

Sin embargo, subrayó el poeta y escritor, se trata de un acto de amor enorme, pero absolutamente inútil ante el horror del mal. “No deja de ser inmenso y de una luminosidad en medio de la oscuridad, y ahí está la problemática a la que me enfrenté, no la recopilación de datos, sino dirimir el asunto espiritual”.