Saltillo, Coah.- El ex gobernador Humberto Moreira Valdés señaló ayer que después de la muerte de su hijo, su lucha se centrará en que se haga justicia, así como en desenmascarar a “todas esas gentes que se esconden en el poder del dinero”, para que el Gobierno federal proceda en contra de los narcoempresarios que han sido financiados por el crimen organizado, y además reveló que denunciará ante la PGR a Armando Guadiana Tijerina.

En medio del dolor y acompañado por su familia, durante la misa que se organizó en memoria de su hijo José Eduardo en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Humberto Moreira solicitó en entrevista, tanto al Gobierno del Estado, como al Gobierno federal, que se aclare quién fue el autor intelectual del homicidio de su primogénito, ya que hay versiones contradictorias.

En este sentido, dijo que tiene conocimiento de que las autoridades federales cuentan con una grabación en la que se incrimina a Heriberto Lazcano de la autoría intelectual del asesinato, y que mientras no la escuche, no creerá ninguna otra versión, esto basado en el Artículo 20 de la Constitución, apartado C, como coadyuvante en la investigación.

“Ya me mataron a mi hijo, a mí ya qué me importa, yo lo que quiero es que las gentes que están vinculadas financieramente con el crimen organizado vayan a prisión”, y por ello recordó que puso el tema sobre la mesa para que las procuradurías General de Justicis del Estado y General de la República, las autoridades financieras incluso de Estados Unidos, crucen las cuentas de quienes han sido financiados por el crimen organizado.

En una parte de la entrevista que concedió al final de la misa, el ex gobernador mencionó que no tiene nombres de narcoempresarios; sin embargo, más adelante sentenció que denunciará ante la PGR a Armando Guadiana.

“Todos sabemos que Guadiana estuvo en la cárcel, en el penal del Topo Chico, en el ’94 estuvo preso, por fraude, y ahora resulta que participa en un movimiento para encubrir ese tipo de cosas, y yo no voy a descansar hasta ver y sentir que se haga justicia”.

“Él (Guadiana) quiso ser senador y le cerré la puerta yo, por los antecedentes penales y el antecedente inmoral, y a partir de ahí empezó ésta pelea, pero a mí no me interesa ya la política, a mí me interesa que se castigue a aquellos que hasta inventaron movimientos para encubrir sus vínculos con el crimen organizado probablemente”, expresó.

Sobre la ausencia de su hermano el gobernador Rubén Moreira Valdez a la misa que se celebró ayer, Humberto Moreira subrayó que él y su familia fueron invitados para la celebración y que la ausencia de su nuera se debió a que se encuentra fuera del país.

Finalmente descartó que vaya a buscar un cargo de elección popular. “Yo ya tuve la satisfacción de ser alcalde, un alcalde que recibió una gran deuda que estuve pagando; un alcalde que fue el que más obra realizó y hasta ahorita nadie me ha superado en obra pública; un alcalde hasta ahora de los mejor evaluados, y con eso me quedo”.

Celebran misa por José Eduardo

Cientos de saltillenses acompañaron la tarde de ayer al ex gobernador Humberto Moreira Valdés y a su familia, en una emotiva ceremonia religiosa en la que se recordó la memoria de José Eduardo Moreira, en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario.

Visiblemente abatido por el recuerdo de su primogénito, el ex gobernador Humberto Moreira estuvo flanqueado por su esposa Vanessa Guerrero y su madre, la profesora Evangelina Valdez de Moreira, quienes se daban aliento para soportar el dolor.

La misa fue oficiada por los padres Eduardo Trujillo y Enrique Ríos, quienes en su mensaje elevaron oraciones para la pronta resignación de la familia Moreira y profundizaron en el tema de la muerte como un paso a la vida eterna.

Desde el inicio de la celebración, la iglesia lució llena de saltillenses que se unieron a la pena que embarga a la familia Moreira, y también asistieron funcionarios que colaboraron en la pasada administración estatal.

En un mensaje al final de la celebración, y con voz entrecortada, Humberto Moreira pidió a Dios su ayuda para que su familia salga adelante de este trance y recordar a su hijo como el hombre que fue.

“Éste es un dolor que no se puede describir. Pasan los días y pareciera como si el día que se entierra a un hijo, ese día terminara el dolor, pero es el día en que inicia con más fuerza; cada momento de su ausencia es mucho más difícil”, concluyó ante un fuerte aplauso que se prolongó por varios minutos.