Ginebra, Suiza.- Sendos atentados terroristas en la ciudad de Homs y ataques aéreos en otras partes de Siria, que arrojaron al menos 57 muertos durante el fin de semana, han cubierto de dudas los acuerdos de paz recién reanudados en Ginebra, aumentado la tensión entre las partes rivales y haciendo temer una interrupción de las mismas.

Sin embargo, los líderes de las delegaciones del Gobierno y de la oposición han asegurado que no se retiran y que seguirán en el ejercicio diplomático de intentar poner fin a seis años de guerra civil en Siria.

“Nosotros permaneceremos en el proceso político para cumplir nuestros objetivos y no permitiremos ningún intento de hacerlo fracasar”, declaró el líder opositor, Naser al Hariri, en una rueda de prensa.

El jefe de la delegación gubernamental, el embajador Bashar al Yafari, también descartó retirarse de las negociaciones, que se han reanudado después de una pausa de 10 meses, forzada por las ofensivas militares del régimen sirio contra posiciones rebeldes.

El repunte de la violencia vivida durante esta jornada en Siria, donde formalmente está en vigor una tregua negociada por Rusia e Irán con el Gobierno y por Turquía con los grupos armados, llevó de inmediato al Gobierno sirio a exigir que todos los grupos opositores en las negociaciones condenen formalmente los atentados de Homs.

Esos ataques han sido atribuidos a un grupo terrorista creado en torno a Al Qaeda.

Atentados y bombardeos

Los atentados suicidas durante el sábado contra dos sedes de los Servicios de Seguridad en la ciudad de Homs, controlada por el régimen, causaron 42 muertos, según un balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Además, 15 personas fallecieron en bombardeos sobre varias áreas de la provincia de Idleb, en el norte de Siria y controlada por grupos radicales.