Saltillo, Coahuila.- La millonaria deuda que pretende heredar Isidro López Villarreal a Manolo Jiménez Salinas dejará a la próxima Administración atada de pies y manos, sin recursos para obra pública ni para operar, afirmó el gobernador Rubén Moreira Valdez.

“Si dejan ese volumen de deuda, el año que entra no va a haber Administración municipal, no va haber obra. El Gobierno del Estado tiene una deuda muy grande, pero está en bancos, y no es lo mismo deber a una institución bancaria que a un proveedor”, advirtió.

Consideró que una deuda cercana a los 150 millones de pesos a corto plazo impedirá a la siguiente gestión arrancar, además que se provocará que empresas pequeñas y medianas quiebren por la dilación de sus pagos.

“Tienen que hacer el proceso de entrega-recepción en Saltillo porque si no el año que entra no van a hacer nada; si se esperan a entregar hasta el 1 de enero, pueden consumir 10% del mandato en nada”, señaló.

HASTA EL ÚLTIMO

Por su parte, día atrás el alcalde Isidro López señaló que la entrega del Municipio se pospondrá lo más que se pueda, pues, dijo, “el Alcalde en este momento soy yo”.

“Las cuentas por pagar son sanas. Esto no tiene problema, Manolo puede dejar entre 120 y 150 millones de cuentas por pagar a la siguiente administración y eso no afecta en nada”, sostuvo.

Aseguró que tiene hasta el 1 de enero de 2018 para realizar la entrega-recepción del Ayuntamiento, y amenazó que podría hacerlo.