Nacional
Por El Universal
Publicado el lunes, 18 de julio del 2011 a las 16:48
México, DF.- Cuando firmaron el divorcio exprés con sus respectivas parejas, Irma y Martha no imaginaban el laberinto jurídico que enfrentarían para exigir sus derechos.
Las dos tienen algo en común: estuvieron casadas por más de dos décadas, sus ex maridos se negaron a darles pensión y los procedimientos jurídicos posteriores al divorcio tienen más de año y medio en proceso.
Las dos obtuvieron una sentencia favorable sobre la disolución del vínculo matrimonial en 2009, cuando realizaron el trámite que tardó casi un mes, pero ninguna logró dicha pensión.
De ahí, según el caso, pasaron a la controversia familiar, la impugnación por parte de los demandados y solicitudes de amparo.
El desgaste para Irma llegó a tal grado que, en la actualidad, decidió ceder la custodia de su hija de 14 años.
La razón: la pequeña tiene una discapacidad física relacionada con una enfermedad de tejido conectivo y requiere atención permanente.
Durante los 28 años de matrimonio, con régimen de sociedad conyugal, conocido como bienes mancomunados, ella se dedicó por completo al hogar y a cuidar a sus tres hijas, pero al llegar la separación, la pensión, que no siempre le entrega su ex esposo, dice, sólo alcanza para la pequeña.
Para mantenerse tendría que buscar un trabajo, y ello le restaría tiempo para atender a su hija.
Y reflexiona: “Me tengo que ubicar en mi realidad. Hasta ahora he tratado de tener conmigo a la niña, pero nos dicen que no tenemos derecho a pensión, pues yo tengo que ver la manera de salir adelante. Ella necesita cuidados, ir al doctor, medicamentos, ir a la escuela, y él está en capacidad de darle todo esto, por eso tome la decisión”.
En el caso de Martha, quien estuvo casada por bienes separados durante 26 años, su ex marido demandó al único hijo que tuvieron, actualmente de 26 años, por pensión alimenticia para demostrar que no tiene recursos, pese a que por años tuvieron una empresa familiar solvente, afirma.
Incluso, relata que ante el juzgado, su ex marido declaró que sólo cuenta con una pensión del IMSS, recursos de donde se le entrega la parte correspondiente, la cual —estima Martha— representa 5% de lo que realmente debería darle. “Espero lograr que se llegue a una mejor pensión, más adecuada y ya en base a lo que se ha podido demostrar que tiene y no como está ahorita”.
Los expedientes de ambas mujeres se componen de la sentencia de divorcio incausado, comúnmente conocido como exprés, y de decenas de hojas por procedimientos incidentales, luego de solicitar la pensión y de los procedimientos que iniciaron sus respectivas parejas para no realizar dichos pagos.
Las cifras En el caso de los 15 mil restantes, fue necesario llegar a un arreglo judicial en los puntos anteriores o se interpusieron controversias familiares por uno o varias de esas necesidades.
Al respecto, reportes oficiales del Tribunal Superior de Justicia del DF (TSJDF) señalan que en 2010 fueron iniciadas 11 mil 029 controversias familiares por pensión alimenticia, pérdida de la patria potestad, régimen de convivencias, y guardia y custodia.
Para la especialista en derecho familiar, Ingrid Tapia, el hecho de que el divorcio concluya con otros procedimientos jurídicos para acceder a los beneficios que por ley le corresponden a quienes demandan, hace que el “el trámite se convierte en un infierno de abogados, juzgados, gastos y pruebas”.
La también catedrática del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) considera que las modificaciones al Código Civil del DF concretar el divorcio exprés debieron estar acompañadas de una reforma en derecho procesal, pues los medios de impugnación son lentos y no resuelven de manera práctica sus problemas.
“Sí es más rápido el divorcio, o sea la sentencia que te deja en actitud de volverte a casar esa sí, pero esa no te soluciona nada de los tres temas relevantes para una familia: quién cuida a los hijos, cómo se proveen los alimentos a los miembros y qué pasa con los bienes modestos o cuantiosos que hubiese hecho esa familia el tiempo que duraron unidos; son las cosas que afectan a los niños y a los ciudadanos”.
Comenta que antes de que se aprobara esta modalidad, un juicio de manutención duraba cerca de año y medio, ahora, con los incidentes judiciales puede llegar hasta tres años.
El juez 38 de lo familiar, Juan Tapia Mejía, defiende la reforma al señalar que “el divorcio exprés fue excelente”, pues antes se generaba mayor violencia en el transcurso de la separación.
“El divorcio con causales generaba mayor violencia, porque se inventaban cosas que no eran ciertas.
“Al abogado le decían me quiero divorciar, pero ya no encuentro como cuadrarlo, a los testigos los amenazaron o no quieren ir, pero tengo la necesidad de divorciarme”, aseguró.
Sin embargo, admite que los procedimientos jurídicos subsecuentes son más largos que antes.
Considera que a la larga los divorcios se convierten en una guerra, donde la venganza de la mujer, que tradicionalmente se queda con la custodia de los hijos, es usarlos como moneda de cambio, y el hombre que oculta bienes a través de familiares o declara no tener recursos para no pagar pensión.
Los abogados En la actualidad existe otra modalidad de divorcio exprés, que de acuerdo con la Consejería Jurídica del DF se puede realizar en un día, con las condicionantes de que se trate de un matrimonio que haya cumplido un año, no tengan hijos ni haya implicaciones legales en la repartición de bienes generados en la relación.
Con estas modificaciones se eliminó el divorcio con causales, que llegaron a tener hasta más de 20 motivaciones, como adulterio o abandono de hogar.
Los costos y condiciones del divorcio exprés varían según el abogado o despacho que contrate el interesado.
Para Ingrid Tapia con la reforma legal se creó “un nicho de corrupción de abogados”, pues con la creencia de que la separación será rápida “cobran hasta 500 o mil pesos para ‘enganchar’ al cliente porque saben que lo van a retener uno o dos años más tramitando los incidentes de bienes y alimentos de los hijos”.
Agrega: “No es por hablar mal de mi gremio, pero sobran los abogados de mala calidad ética, cero estándares de ética en su práctica profesional y privada, entre esos y la mala cultura de personas de contratar a un abogado para que ‘amuele’ a sus propios hijos”.
El juez Juan Tapia considera que debe haber una certificación de abogados, en la que demuestren capacidad y ética para llevar un caso, pues “están en juego los niños, a quienes ponen entre la espada y la pared”.
Estadísticas del Registro Civil del DF, dependiente de la Consejería Jurídica del gobierno capitalino, indican que en 2010 hubo 18 mil 184 divorcios, de los cuales 2 mil 772 fueron administrativos, es decir el convenio que se firmó fue de común acuerdo y no involucraba repartición de bienes o custodia y pensión de alimentos para los hijos.
En octubre de 2008 entraron en vigor las modificaciones al Código Civil del DF para permitir el divorcio incausado, es decir sin causales, en donde basta que una de las partes quiera la separación para iniciar el juicio.
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