Parras de la fuente.- Fue el último amanecer que verían dos personas, pues la tragedia los alcanzó a toda velocidad en su viaje de regreso a casa cuando sufrieron una volcadura que les arrebató la vida y dejó otros dos lesionados.

El alba comenzaba a despuntar alrededor de las 07:30 horas y los cuatro ocupantes del vehículo Chevrolet Malibú, modelo 2002 y placas SDN5588 del estado de Nuevo León, se enfilaban de regreso a tierras regiomontanas.

Teniendo como punto de partida la ciudad de Tlahualilo, Durango, el conductor del coche, Joaquin Santana Barraza, de 25 años, tenía como destino llegar a su domicilio en la calle Uruguay, sin número, de la colonia Pueblo Nuevo, en Apodaca, Nuevo León.

La tragedia

Junto a él viajaban el copiloto César Barraza Araiza, de 42 años, y en la parte trasera del coche iban Sanjuana Rivas Picasso, de 36 años, y un menor de edad que responde al nombre de Josué Misale Rivas Picasso, de 8 años.

Pero el exceso de velocidad le jugó una fatal mano al conductor, quien cerca del kilómetro 146 de la carretera libre Matamoros-Mazatlán, en su tramo Paila-La Cuchilla, volcó tras perder el control frente al ejido San Vicente.

El auto terminó destrozado y a un costado de la carretera, lo cual frenó la marcha de diversos automovilistas que descendieron de sus unidades para tratar de auxiliar a los posibles lesionados del accidente.

Fuera de peligro

Sin embargo, todo esfuerzo fue en vano, pues el conductor, Santana Barraza, y el copiloto, Barraza Araiza, habían perdido la vida de manera instantánea, mientras que la mujer y el niño terminaron con graves lesiones.

Cuerpos de rescate de la localidad de Parras de la Fuente acudieron a toda velocidad al lugar del accidente, cargando con los lesionados, quienes fueron llevados y puestos fuera de peligro en el Centro de Salud de Parras.

El agente investigador Jesús Antonio López García, del Ministerio Público adscrito a Parras de la Fuente, acudió junto con un grupo de peritos para tomar conocimiento de los decesos y ordenar el levantamiento de los cuerpos a la espera de que sus familiares los reclamen.