Saltillo, Coah.- La ausencia de seguridad en los callejones empedrados del barrio de Santa Anita, la falta de alumbrado público y casas abandonadas usadas como guaridas han convertido a esta colonia en un punto vulnerable para delinquir.

Josué Marcos García, párroco del templo Santa Ana, ubicado al interior de la colonia, señaló que a menudo los jóvenes se reúnen para tomar y fumar entre los callejones más estrechos, acciones que más tarde imitan los niños, pues ha estado al frente de la parroquia durante los últimos cuatro años.

“Al menos la mitad de la población adolescente ha incurrido en la drogadicción y alcoholismo, mientras que la otra mitad abandona los estudios para dedicarse a trabajar en negocios que desconocen”, expresó el sacerdote.

Ante esto, la parroquia busca implementar actividades artísticas y deportivas entre las que destacan una escuela de música y un equipo de futbol para niños y jóvenes.

Pese al llamado a las autoridades municipales para la atención de esta zona, sólo se obtuvo la instalación de algunas lámparas para iluminar la calle Javier Mina, sin embargo, no son suficientes, afirmaron algunos colonos.