Francisco Vargas | Ciudad de México.- Para festejar el bautizo del pequeño Luis Eduardo Castillo Clemente, mismo que se llevó a cabo el sábado 11 de este mes, en el Templo de La Merced de esta ciudad capital; siendo sus padres Luis Eduardo Castillo y su señora esposa Irene Clemente Sánchez de Castillo y padrinos José Manuel Castillo, madrina Andrea Clemente; el abuelo del pequeño, gran taurino y buen amigo Eduardo “El Pollo” Castillo, tuvo para bien festejar este suceso de la mejor manera que es haciendo una de las cosas que más les guasta a ellos en la vida como es torear.

Que mejor escenario que la histórica Plaza de toros San Marcos para celebrar este acontecimiento, reciento al cual llegaron familiares e invitados especiales de los gentiles anfitriones.

En lo que toca a la parte taurina, se lidiaron a muerte tres novillos de la ganadería de La Venta del Refugio, manejables y con buen estilo, destacando de gran manera el corrido en segundo lugar.

A la hora anunciada, el estimado amigo y contador don David Clemente Sánchez, quien fungió como juez de plaza, acompañado en el Palco de la Autoridad por su hermano Enrique, como el ganadero y ex-novillero Rafael Iñiguez “El Rivereño”; dio la orden para que sonaran parches y metales, para que de esta manera diera inicio este festejo taurino, siendo el primer espada Eduardo Castillo “El Pollo”, segundo y tercer sus queridos hijos Luis Eduardo “El Pollito” y Manolo respectivamente.

Eduardo Castillo “El Pollo” se enfrentó a “60 años” al que lanceó de manera suave. Con muleta realizado su brindis a su señora esposa, ante un novillo con clase y nobleza pero fuerza medida, hizo una faena entendida por ambos lados, sacando pases donde se gustó, sin faltar adornos como pases del desdén. Una vez que lo pasaportó de estocada hilvanada, dos pinchazos y estocada entera, le otorgaron dos orejas mismas que dejó en la arena para dar una vuelta al ruedo devolviendo prendas y sombreros.

Luis Eduardo Castillo “El Pollito” le tocó el mejor astado de la tarde, al cual lo recibió con verónicas haciendo un vistoso quite el jovencito Juan José Sánchez, hijo de Juan Carlos Sánchez “El Centoriky”. También brindó su faena a su esposa, misma que inició con pases por alto y desdén. Una vez que le

tomó la distancia y se acopló a las estupendas embestidas del novillo, cuajó una lucida faena donde expresó en cada pase sentimiento y gusto, disfrutando cada una de sus series, como remates pintureros entre ellos cambios de mano por delante, trincherazos y desdén. Cerró con ajustadas manoletinas concluyendo de dos pinchazos y estocada para ser premiado con una oreja, ordenando el palco de la autoridad la vuelta al ruedo a los restos del astado. Feliz de la vida Luis Eduardo recorrió el ruedo acompañado de su pequeño y festejado hijo de mismo nombre al que cargó a hombros.

Manolo Castillo con “Va por Ti”, lanceó a pies juntos como también abriendo compás rematando soltando una punta del capote. Su padre Eduardo “El Pollo” quitó de manera lucida por gaoneras, respondiendo Manolo con verónicas y revolera. De manera emotiva brindó a su hermano Luis Eduardo, logrando una estupenda faena que tuvo calado, al igual que sus trincherazos, misma que abrochó de pinchazo, media y estocada hasta las cintas para que se le concediera una oreja.

Concluido este festejo taurino los anfitriones ofrecieron a sus familiares, invitados especiales y amigos; un rica comida, siendo perfectamente atendidos por el grupo de meseros(as) a cargo del capitán y amigo José

Miguel Posada Carrillo. Enhorabuena a la Familia Castillo, por festejar de esta manera tan taurina este gran acontecimiento. ([email protected])