Ciudad de México.- El famoso pompoiro, que en francés signigfica algo más o menos como: “chupadora”, se trata del procedimiento en el que la mujer utiliza su vagina para estimular el pene del hombre, como si lo estuviera succionando.

Lo que también se conoce como el beso de Singapur, consiste en que la vagina produce un efecto semejante al de la boca durante el sexo oral. ¿De qué manera? el hombre permanece quieto y ella utiliza el músculo para estimular la erección masculina, lo que se traduce en orgasmos más intensos tanto para él como para ella.

Sin embargo, esta técnica no es nada sencilla, y algunas mujeres interesadas en el tema suelen entrenarse duro para conseguirlo, esto es, mínimo una hora al día. No obstante, la historia registra a varias feminas que lo han conseguido, como la amante del Rey Francisco I y Enrique II de Francia, Diane de Poitiers, que tenía una habilidad especial para esta técnica.

Al parecer, todo se remonta hace 3 mil años, en la India, y de ahí se extiende a otros países como Tailandia y Japón. Parte de la educación de algunas geishas, se centra en desarrollar esta técnica, así como la de las Devadasis indias proscritas desde el año 1988.

Foto: SDP Noticias

La posición adecuada para practicar el pompoiro es cuando la mujer está encima del hombre, puesto que es ella la que marcará el ritmo, aunque también puede practicarse de lado. Es más, es necesario que el hombre se encuentre en una posición absolutamente pasiva, ya que el movimiento debe ser sutil, y la vagina debe estar completamente dilatada y humedecida, para facilitar su movimiento.

Según Denise Costa, fundadora de la página Pompoir Book, una guía completa sobre el beso de Singapur, esta técnica no sólo permite al hombre tener orgasmos más intensos y duraderos, sino que puede provocar que la mujer experimente los tres tipos de orgasmos posibles, a saber: el vaginal, el del clítoris y el menos habitual de todos ellos, el del útero. En ocasiones, la contracción de la vagina se produce de forma natural cuando una mujer experimenta el clímax.

Los ejercicios con los que una mujer puede entrenarse, y que también se usan para evitar la pérdida de orina o para facilitar el parto, se llaman Kegel, y pueden reforzarse a través de los conos vaginales (dispositivos que se insertan y que se sostienen con la acción de los músculos), o del propio pene de la pareja. Sin embargo, se debe tener cuidado con estos ejercicios, ya que su mala práctica puede agravar los problemas de incontinencia o provocar un prolapso.

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CON INFORMACIÓN DE: SDP NOTICIAS

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