Deportes
Por El Universal
Publicado el sábado, 14 de julio del 2012 a las 20:19
México.- Prácticamente acaba de bajar del avión. La visita a Guadalajara es rápida. Saúl Canelo Álvarez debe continuar con su preparación de cara a la pelea del próximo 15 de septiembre, frente al estadounidense Josesito López.
El boxeador tapatío, campeón del mundo superwelter del CMB, ha batallado para conseguir rival. Tres prospectos se vinieron abajo. Hoy, sabe ya a quién se medirá en el MGM Grand de Las Vegas, y asegura que se cuidará de Josesito López.
“Es un peleador muy técnico, que se mueve. También pega, tanto así que le quebró la quijada en dos partes a Víctor Ortiz. Entonces, hay que tener cuidado con eso y con su experiencia”, sentencia Álvarez.
“Espero ganar, dejar un buen sabor de boca en la gente. Josesito es un peleador que tiene hambre de triunfo y hay que tener mucho cuidado y entrenar al ciento por ciento”, añade el pelirrojo pugilista.
Por ahora, El Canelo ha fijado su residencia en Los Ángeles, California. “Allá estaré por un tiempo, porque también quiero aprender inglés”, explica. En Estados Unidos, se prepara junto a su entrenador, José Chepo Reynoso, quien lo acompaña en su visita a Guadalajara.
“Yo quisiera enfrentar a Miguel Ángel Cotto, Floyd Mayweather, pero Josesito es un gran rival que se ganó la oportunidad. Será una buena pelea y la gente va a salir contenta. En El 15 de septiembre, Saúl Álvarez no sólo defenderá su título mundial. También sostendrá otro combate, pero no sobre el ring, sino en la pantalla chica. La lucha por el rating promete ser cerrada, pues ese mismo día se ha programado el combate entre Julio César Chávez Jr. y el argentino Sergio Maravilla Martínez.
“No me incomoda. Me gustan los retos y hay que pelear por lo que sea. No importa, yo creo que yo tengo mis fans y ellos me van a seguir. Es una competencia y nos gustan las competencias, para eso estamos aquí. Vamos a darle con todo. La gente está consciente y sabrá a quién ver, se respeta”, asevera el tapatío.
Se le ablanda el corazón
En el Sector Libertad de Guadalajara, ya le esperan familiares y amigos. El reluciente gimnasio está preparado. La fiesta en su honor, lista para arrancar. Llega con retraso. Viene directo del aeropuerto. Es recibido con mariachi.
Es una celebración a la que no puede faltar, la organizan dos personas que lo han acompañado siempre: el entrenador José Chepo Reynoso y su hijo Edison Eddy Reynoso. Fueron ellos quien decidieron darle nombre al gimnasio. En la placa se lee: “Escuela de boxeo Saul Álvarez”. Los puños podrán ser de acero sobre el ring, pero bajo él, es blando el corazón. La voz se quiebra. Álvarez no puede hablar más. Gira a su izquierda y se funde en un abrazo con Eddy Reynoso. El gimnasio está ahora oficialmente inaugurado. En esos 300 metros cuadrados de terreno se formarán nuevos valores del boxeo mexicano.
diciembre probablemente [podría enfrentar a alguien de más renombre], estamos viendo todo eso, pero primero hay que pasar esta prueba, porque no hay enemigo pequeño”, señala el monarca.
Tras la recepción, toma el micrófono. El discurso es corto. “Muchas gracias a todos por estar aquí. Quiero agradecer más que nada a Chepo y Eddy que me han apoyado desde que iba iniciando. Para mí es un honor tener esto. Recuerdo cuando soñábamos juntos que queríamos lo mejor y hoy para mí es un orgullo que Eddy me haya dado esto…”, el campeón no puede continuar.
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