Saltillo, Coah.- Son parte del paisaje citadino entre semáforos y aceras. Tan sólo en un día o cuestión de horas pueden obtener ganancias superiores al sueldo de un barrendero o albañil con el simple hecho de extender la mano. Su trabajo es pedir “para un taco”.

Los limosneros acuden a tiendas de conveniencia por las mañanas o noches a cambiar cantidades de hasta mil 500 pesos en morralla, aseguran los empleados de estos comercios.

“Son personas que llegan mal vestidas y con poca higiene a feriar de 500 pesos para arriba; yo no veo que tengan alguna discapacidad o algo que les impida trabajar, lo sé porque los veo pedir aquí en el Centro y luego vienen a cambiar la morralla por billetes”, expresó Yesenia Martínez, empleada de una tienda de conveniencia.

Por su parte, Cinthya Hernández, también empleada de una tienda, señala que incluso los pedigüeños salen y toman un taxi para trasladarse hasta el lugar en donde piden dinero o a sus casas.

“Nos damos cuenta porque vienen muy seguido, casi a diario sacan entre mil y mil 500 pesos; ya mejor me voy a ir a pedir yo también”, comenta riéndose.

Cabe señalar que el Bando de Policía y Buen Gobierno establece en su Artículo 52, en el inciso B de las Faltas e Infracciones Contra el Bienestar Colectivo, una multa de 2 a 10 unidades de cuenta a quienes realicen colectas o ventas en la vía pública sin autorización.