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Por
Maricela Jiménez
Publicado el viernes, 18 de junio del 2010 a las 14:00
Saltillo, Coah.- Durante el fin de semana pasado la Cruz Roja reportó al menos dos ataques de perros callejeros a niños menores de 10 años, quienes resultaron con daños a su salud y estado físico, además de crisis nerviosa derivada del ataque de los animales.
Llegada la temporada de verano, el calor y las altas temperaturas, el riesgo de ser atacado por perros callejeros aumenta, esto debido al estrés que el clima y una falta adecuada de cuidados por parte de su dueño provoca.
En Saltillo, según Control Canino Municipal, existen cerca de 75 mil perros, de los cuales, el 15%, o sea 11 mil 250, viven en la calle, sin el buen trato, el baño habitual, la comida diaria, y todos los cuidados que el animal requiere.
Esta situación, sumada a las altas temperaturas y a las problemáticas de las colonias populares, hace que los animales, tanto gatos como perros, se tornen agresivos, aun en contra de sus amos, y especialmente, de los niños, presa fácil para ellos, debido a la igualdad de tamaños.
Además, según comentó Óscar Rodríguez, jefe de paramédicos de la Cruz Roja, esto podría aumentar conforme sigue la temporada de calor, y estos animales vivan en la calle, sin un dueño que responda por ellos, tal como se ha visto en años anteriores.
De los dos ataques que se presentaron el fin de semana, Julissa, de 7 años, fue una de las víctimas y, aun asustada, comenta que aun cuando no hizo nada en contra del animal, éste mordió su pierna derecha causándole heridas profundas y un sangrado difícil de detener, hasta que fue atendida por un médico.
TESTIMONIO
En su colonia, Universidad Pueblo, los perros de la calle son un problema para los vecinos, pues aseguran que son al menos 20 los que pasean libremente sin que nadie los atienda, les dé comida, los bañe o se encargue de procurarles sus vacunas, disminuyendo así el riesgo para los niños, que ya ni siquiera jugar tranquilamente pueden.
“Me mordió muy fuerte, yo iba pasando y él me mordió nada más así”, explicó con voz temblorosa.
La pequeña relata que al caminar por la banqueta de la calle en donde vive su abuela, el animal salió furioso de un terreno baldío, directamente a morder su pierna derecha, que a pesar de que no se consideraron heridas tan graves, si fueron profundas y con riesgo de infección debido a la gran cantidad de bacterias que los perros acumulan en el hocico.
El panorama es similar en la mayoría de las colonias populares, como Isabel Amalia, El Toreo, Paraíso, Roma, Omega, entre otras, de donde continuamente el Centro Antirrábico recibe llamadas de vecinos quejándose de algún animal callejero.
CIFRAS DE ATAQUES
De acuerdo con el Centro Antirrábico, al mes, entre 80 y 100 personas son mordidas por un perro, el cual podría ser o no callejero, sin embargo, solamente se capturan poco más de la mitad y, en caso de tener dueño, el animal pasa 10 días en una celda, para observarlo y cerciorarse de que no tenga rabia o alguna otra enfermedad, y que el ataque fue provocado por la persona.
Carlos Serna García, director del Centro Antirrábico, explica que la población de perros en Saltillo es tan alta que se calcula que por cada nueve habitantes hay un perro, pero el 15% es callejero, los que generalmente son protagonistas de los ataques.
“Tener un perro es una responsabilidad, pero la gente no lo entiende, ya no les gusta y lo dejan afuera para que se vaya. Los perros que atacan a los niños, que andan en la calle, tienen dueño, pero no se hace responsable por ellos”, señaló Serna García.
A decir de Serna García, los ataques sí se incrementan en la época de calor, no obstante, esto tiene una explicación, pues la mayoría de las personas mantienen a los perros amarrados, bajo el sol, con poco alimento y les dan a beber agua a temperatura ambiente, lo que mantiene a la mascota en un estado constante de estrés que, a la menor provocación, lo hace responder agresivamente.
“Es normal, el perro está estresado, y a la mínima oportunidad va a atacar, y ataca a los niños porque son los que están a su altura, y generalmente porque también son los que lo molestan”, explicó.
Además de las condiciones ya mencionadas, se debe tomar en cuenta el espacio reducido en el que la mascota convive y se explaya, el cansancio, la falta de juego y un detonante, como es la provocación de los niños, o que el animal sea molestado mientras come o en el caso de las hembras, se sienta amenazada ella o sus crías.
En caso de un ataque, tras recibir el reporte de una agresión se da seguimiento y control de cada uno de los casos, pues hay una persona a la que se le tiene que dar una prevención antirrábica y, una vez que recibió la agresión y realizó el respectivo reporte, a veces la víctima indica que el animal se perdió, no lo pudo localizar o no lo identificó, por diversas razones, por lo que se tiene que vacunar contra la rabia.
Aun cuando en Saltillo no se han dado casos de rabia desde los 90, la prevención no puede ser dejada fuera, y cada vez que un animal muerde a una persona, éste debe ser mantenido en observación por 10 días para corroborar que no tenga la fatal enfermedad.
ENFERMEDADES
Fuera de los ataques y las mordeduras, así como las infecciones que pudieran provocar a las personas, los perros callejeros son protagonistas también de otro mal: los desechos que arrojan a la vía pública, se secan, vuelan y son aspirados por las personas.
Cada año, son más de 5 toneladas de excremento y miles de litros de orina los que se recogen de la vía pública, producida por los más de 10 mil perros callejeros que viven en la vía pública, deambulando por la ciudad y generando bacterias dañinas para el organismo humano.
En Coahuila, la población de perros callejeros crece cada año en un 200% aproximadamente, debido a que las hembras tienen un promedio de 10 crías en el mismo periodo, por lo que el cálculo es que la población de estos animales se acerque al medio millón en todo el estado.
PRODEBIDA
Según la Asociación Civil Prodebida, creada para la protección de los animales, especialmente de los perros, existen dos perros por cada 10 habitantes, muchos de los cuales son callejeros, pues las personas o familias no tienen la cultura del cuidado de un animal.
En muchas ocasiones sucede que mientras el animal es pequeño tiene toda la atención, sin embargo, cuando crece, ocupa espacio y requiere otras atenciones, la familia se cansa de él, y lo abandona, o simplemente les abre la puerta.
Si bien la asociación civil promueve operaciones para que los animales ya no tengan hijos y sigan haciendo crecer el problema, el punto es que nadie se hace cargo de los perros callejeros, por lo que se centran, únicamente, en las mascotas.
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