Por Agencias
Publicado el miércoles, 23 de noviembre del 2016 a las 16:11
Ciudad de México.- Con una trayectoria de más de 20 años formando seres humanos comprometidos con el mundo en el que viven, el Colegio Eugenio de Mazenod ha demostrado que educar en familia y desarrollar alumnos con sentido humano no es sólo un eslogan publicitario, sino el resultado de un trabajo de años creando vínculos con ellos, conociendo su historia y teniendo conciencia de la responsabilidad que significa formar seres humanos.
“La educación realmente personalizada y la formación de alianzas con todas las familias y la totalidad del personal que labora en el Colegio es fundamental para reconocernos mutuamente como miembros de una familia que se quiere, se apoya, se respeta y se sostiene para un fin común”, comentó Alejandra Ruíz, directora del colegio.
En el Colegio Mazenod los programas de formación académica, artística, deportiva y cultural, son complementados ampliamente con las materias escolares Mazenod, diseñadas específicamente para fortalecer la parte emocional, espiritual y ética de los alumnos, desde maternal hasta preparatoria, como son: Holding hands, desarrollo humano, afectividad, entre otros, mismas que son reforzadas con eventos que involucran a las familias y demás miembros de la comunidad en un ambiente de hermandad y amor en familia.
“Estamos convencidos de que la educación debe ser integral y por esta razón nuestros alumnos se desarrollan en todas las áreas de manera equilibrada, de esta forma cimentamos su formación en la exaltación de los valores y la seguridad que sólo encontramos en nuestra comunidad ”, aseguró Alejandra Ruíz.
Es por ello que desde el primer instante en el que nuevos miembros se integran a la Familia Mazenod son bienvenidos, apoyados e incluidos en los diversos eventos que realizamos para fomentar la unión familiar, la educación en valores y el sentido humano, fortaleciendo el corazón, que desde nuestra fundación ha sido eje de nuestra filosofía.
Para finalizar la directora Alejandra Ruíz, agregó: “no basta con pretender rellenar las mentes de los estudiantes, hay que fortalecer sus almas y sus corazones desde que son pequeños”.
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