Saltillo, Coahuila.- El mundo está lleno de injusticias si no es un gobierno opresor son los terroristas o diversas situaciones que provocan que el pueblo alce la voz y pida justicia. Bajo este argumento inicia mañana la quinta temporada de Orange is the New Black (OITNB), la que ha generado más polémica hasta la fecha debido al hacker que robó 10 de los 13 episodios que Netflix estrenará.

Justicia, rebelión y empoderamiento es algo de lo que veremos en esta nueva entrega, la cual muestra el enojo de las reclusas tras la injusta muerte de Poussey Washington. Durante algunos días la prisión Litchfield se encontrará dentro de un caos total en donde las convictas tienen el control.

“Todas las reclusas se juntan para desafíar a los oficiales y cuando pasa lo de Poussey, el sentimiento de unión es aún mayor. Todas son conscientes de que, incluso en los momentos más ligeros, están en un lugar que asusta. La muerte de Poussey realmente consolidará muchas de las relaciones y las unificará. Haber sido testigos de eso las hará más fuertes”, explicó Taylor Schilling, quien interpreta a Piper Chapman en la serie.

Y es que la revuelta con la que cerró la cuarta temporada no tuvo tiempo para ser planificada, se originó del azar y se alimentó del resentimiento colectivo por una muerte, que hasta el último minuto, no fue calificada cono asesinato.

“En la cárcel, los riesgos reales de la vida son tan intensos, tan intensos como que podría deberse a que su vida se derrumba. Pero la apuesta colectiva por primera vez se incrementa”, agregó Taylor a la prensa.

De igual manera Schilling confesó que los diferentes grupos de presas deberán unirse para una misión conjunta. “Cuando todo el mundo está tratando con la misma crisis y tiene la misma pregunta, será muy interesante ver como se forman alianzas y de qué modo habrá momentos en los que la gente brillará. Es muy bueno tener a todas en la misma misión juntas”, puntualizó.

Un gran reto

La creadora de OITNB, Jenji Kohan, tiene claras estas imágenes de desolación del sistema de las cárceles estadunidenses, afirma que es un sistema muy roto, que es inhumano en muchos niveles y que definitivamente es un lugar horrible para vivir. Es por esto que a Kohan le resulta desafiante contar historias desde este tipo de lugares.

“Siempre estoy buscando estas encrucijadas en las que la gente que usualmente no hablaría con otros tiene que hacerlo a la fuerza. La prisión era un gran lugar para eso.

“Es un reto para mí encontrar esos lugares que fuerzan a las personas a interactuar, lo quieran o no, e intentar usarlos a mi favor. Esos lugares sirven para grandes dramas y gran comedia. También sirven para encontrar humanidad interesante, porque existen puntos en común”, añadió la creadora de Orange is the New Black.