El Mundo | España.- Última bala en el santuario de la Vuelta, con victoria épica de Alberto Contador. El gigante despide al mito y corona al fenómeno. El terrible Angliru sella el último ascenso del genuino Contador. Ya nada será lo mismo. Adiós a los ataques geniales en los momentos más insospechados, adiós al guerrero inconformista, adiós a ese baile tan peculiar. Gracias por todo, señor.

El coloso asturiano encumbra a Chris Froome, que el domingo en Madrid conquistará una ronda que tradicionalmente le fue adversa, fue segundo en tres ocasiones: en 2011 le superó Juanjo Cobo, en 2014 claudicó ante Contador y el pasado año ante Nairo Quintana.

Una jornada espléndida, del ciclismo del bueno en la última subida del ‘pistolero’ de Pinto. La Cobertoria y el descenso del Cordal minaron las energías del pelotón. En el descenso de este puerto, Alberto sacó el hacha de guerra y se marchó junto a su gregario Pantano para contactar con el fugado Enric Mas, el chico formado en el equipo de su Fundación.

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— La Vuelta (@lavuelta) 9 de septiembre de 2017

Soler como testigo

La ayuda del discípulo fue crucial en las primeras rampas de El Angliru. Un emotivo guiño para la historia, con el también prometedor Marc Soler como testigo. El relevo en el puerto mítico de la Vuelta. Más de medio minuto de diferencia sobre el grupo de Froome, que contó con la colaboración de Sunweb de Kelderman, en peligro su plaza en el podio.

Contador, heroico, escaló junto a Soler, jaleado por un público entregado a su mito. Un minuto y medio de diferencia con Froome en ese templo del dolor llamado Cueña les Cabres (23,5% de desnivel), allí donde poco antes cedió Soler. Baile en solitario del Contador. Ejercicio extremo de sufrimiento. Una gesta memorable para redondear una trayectoria inmensa. Exhibición de pundonor y clase ante una multitud entregada a un corredor irrepetible. Se le echará muchísimo de menos.

Tercera plaza para Zakarin

El héroe administró las fuerzas con sabiduría y experiencia para repetir su triunfo de 2008. El único español que ha ganado una etapa en una Vuelta impresionante. Una ronda donde Froome defendió su liderato con maestría: apretó en el último tramo, descolgó a Nibali y estuvo cerca de neutralizar a Alberto, que llegó agotado, pero con fuerzas para disparar al viento su última bala. Se quedó si podio, la tercera plaza será para Zakarin.

El ruso fue otro de los triunfadores del sábado en el que Froome cumplió su desafío. El británico nacido en Nairobi rubrica una temporada espléndida, sólo al alcance de los elegidos, al encadenar dos grandes consecutivas en el mismo curso. Cuatro Tours y una Vuelta. Casi nada. Respaldado por un equipo extraordinario, dominó la carrera y sólo pasó dificultades en la última semana, sobre todo, en el infernal ascenso a Los Machucos. Sumó dos triunfos parciales: Cumbre del Sol y la contrarreloj de Logroño. Han sido 20 etapas, con ascenso a 50 puertos y 3 mil kilómetros recorridos.