CNN | Nueva York.- ¿Será la habilidad de colgarse de las lámparas o saberte de memoria cada página del Kamasutra?, ¿O es que hay cualidades más profundas para ser “bueno en la cama” relacionadas con el espíritu de nuestras acciones que de la sustancia de las relaciones?

En su nuevo libro, “Inteligencia Sexual”, Marty Klein, renombrado terapeuta con más de 30 años de experiencia, reta a los lectores a pensar acerca de sus vidas sexuales como si de pronto despertaran en Rusia, sin conocer el idioma y con sólo unos cuantos rublos en sus bolsillos.

“Para saber qué hacer, necesitarás más que sólo conocimientos, necesitarías inteligencia”, escribe. “Necesitarías tener la habilidad de descubrir qué preguntas hacer, cómo encontrar a gente que te pueda ayudar, cómo tomar decisiones en una cultura diferente y más.

“A eso se parece la inteligencia sexual, no es la habilidad de ser genial en la cama, o funcionar igual a cuando tenías 22. Más bien, inteligencia sexual es la habilidad de crear y mantener el deseo en una situación que no es precisamente perfecta o cómoda; es la capacidad de adaptarte a tu cuerpo cambiante; tener curiosidad y mente abierta acerca al averiguar el significado del placer, el estar cerca y la satisfacción; y la habilidad de ajustarte cuando las cosas no salen como lo esperas”.

Klein arma su premisa de la inteligencia sexual ofreciéndonos una ecuación seductoramente simple: inteligencia sexual= información + habilidades emocionales + conciencia de tu cuerpo.

Es crucial tener información exacta

Muchos de nosotros tomamos nuestra información sexual de los lugares equivocados.

Los jóvenes suelen confiar en la pornografía y los cuentos exagerados entre sus amigos, o en las respuestas de mujeres que están verdaderamente dispuestas a fingir en lugar de mostrar sus verdaderos deseos, mientras que las chicas confían, en general, en los pedacitos de información que dan los talk shows.

En términos de habilidades emocionales, el poder comunicarte empáticamente y honestamente con una pareja sexual es lo más importante, pero muchos nos resignamos a la vida sexual de desesperación silenciosa.

Y estoy de acuerdo con el cálculo de Klein, cuando dice que sólo sumando la conciencia del cuerpo, no sólo el nuestro, sino también el de tu pareja, es que puedes llegar a ser sexualmente inteligente.

En mi experiencia como consejero sexual, una manera de conseguir las tres cualidades al mismo tiempo con tu pareja es a través de la práctica de ejercicios sensatos de enfoque.

Desarrollados por los investigadores sexuales William Masters y Virginia Johnson, estos ejercicios, enfatizan el enfoque de las sensaciones físicas.

En enfoques sensatos, el sexo se deja de lado en un principio para las parejas, y después gradualmente se va reintroduciendo, un aspecto a la vez, a través de un proceso gradual de tocar y conectarse, en el que cada compañero toma turnos para dar y para recibir. El objetivo de estos ejercicios es desarrollar un mayor sentido de autoconciencia y un agudo entendimiento de lo que le gusta a su pareja.

La gente cambia

Las relaciones cambian, ¿Por qué no ha de cambiar el sexo? Y sin embargo son los cambios naturales del ciclo de la vida sexual los que perjudican a muchas parejas que han estado juntas mucho tiempo, y esa es otra razón por la que la inteligencia sexual es tan importante.

En su best-seller internacional “Mating in Captivity”, Esther Perel, terapeuta, impulsa a los lectores a cultivar una inteligencia erótica y a reconciliarse con la necesidad de lo que es seguro y predecible con el deseo de ir tras lo que es excitante, misterioso e impresionante.

“Nacemos sensuales; nos convertimos en eróticos. Cultivar lo erótico es comprometerse con la sexualidad como una cualidad de estar activo y vivo e ir más allá de un simple repertorio de técnicas sexuales. Aprendemos a jugar, a ser curiosos, a emplear nuestra imaginación, a anticipar. La inteligencia erótica es nuestra habilidad de traer la novedad a lo duradero, el misterio a lo familiar y sorpresa a lo conocido”.

La inteligencia sexual es útil de diferentes maneras en diferentes épocas de nuestra vida, saberse adaptar a los cambios, eso sí que es muy inteligente.

» Cuando tenemos 20 años exploramos el mundo sexual; a los 30 se busca unirse con una pareja y establecer un ritmo sexual; a los 40 se deber apto para la tolerancia y adaptación al cambio; cuando llegas a los 50, para decirle adiós al sexo de nuestra juventud, y a los 60 o más, para crear un nuevo estilo sexual.