Coahuila
Por Redacción
Publicado el domingo, 26 de febrero del 2017 a las 10:00
San Buenaventura, Coah.- Max dio sus primeros pasos, entre lágrimas de su abuela y el ánimo que le daba su bisabuela el pequeño pudo sostenerse de pie, tomar la andadera y caminar con la ayuda del fabricante de su prótesis y hasta pegarle a la pelota.
El día de ayer el director de Seguridad Pública, Joel Solís Díaz y elementos policiacos se dieron cita al negocio de piñatas de la abuelita de Max Puente Achuz para hacer la entrega oficial de la prótesis de su pierna.
El niño se encontraba en su triciclo jugando, el fabricante de la prótesis, Aldo Ramón García, se la colocó, sin embargo, el niño se mostraba con miedo, pues nunca había caminado y a sus 4 años de edad sólo se arrastraba y se apoyaba de su andadera.
Entre lágrimas la abuela Irma Ivonne Menchaca agradeció a toda la gente que donó, al director de Segur idad Pública, Joel Solís Díaz, junto con los elementos policiacos que hicieron posible la donación de 6 mil pesos en el mes de diciembre, la maestra Eva Moreno quien contactó a la Fábrica de Sueños y a toda la gente que cooperó para que Max Puente Achuz tuviera su aparato ortopédico.
“Estoy muy contenta, mi niño me decía que quiere correr como los otros niños, hacer lo que otros hacen, agradezco mucho al señor Aldo por hacer la prótesis de Max y ahora lo llevaré a sus terapias para que se enseñe a caminar con su aparato”, comentó.
El Director de Seguridad Pública le regaló unos tenis al pequeño, mismos que le fueron colocados con la prótesis y logró pararse, dar algunos pasos con la ayuda del fabricante y con el Director, también logró sentarse e hincarse en el piso. El pequeño abrazó como agradecimiento al Director de Seguridad Pública y al fabricante, quienes se enternecieron porque Max podrá caminar y jugar como el resto de sus compañeros del Jardín de Niños Nuevo Amanecer.
Cabe recordar que el pequeño le fue amputada su pierna derecha al nacer, pues el cordón umbilical le ligó la extremidad y le afectó en la circulación, provocando que se engangrenara y los médicos tomaron la decisión de hacer la cirugía.
Max se mostró muy contento y apoyándose en la andadera de su bisabuela logró salir del negocio con pasos lentos, demostrar su entusiasmo y jugar con una pelota.
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