Ramos Arizpe.- Del total de adopciones de menores que se han dado en el estado, sólo 1% de los casos se ha tenido que revisar ya sea por problemas de adaptación de los padres, o bien, desistimientos de los mismos al cambiar de opinión sobre la responsabilidad que conlleva atender a un niño.

Esto lo dio a conocer Yezka Garza Ramírez, titular de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (Pronnif), quien aseguró que si bien Coahuila permanece dentro de los primeros lugares a nivel nacional en adopciones, es trascendental que el proceso se dé en constante supervisión para garantizar que la liberación jurídica de los niños trascienda positivamente.

“Generalmente el problema no es el niño, es la familia, que si bien pasó todas las pruebas, fue evaluada conforme al reglamento administrativo de adopciones, ya en convivencia el escenario es real; la incidencia es poca, el 1% de las adopciones son fallidas, pero se da acompañamiento en materia psicológica a los papás hasta que estén todos listos”, explicó.

Reconoció que si bien el proceso de integración es más sencillo con menores que con jóvenes o adolescentes, la Pronnif establece convivencias previas para observar qué parejas se identifican con mayor facilidad con los pequeños.

“Hemos tenido casos de familias a las que se les asigna un niño de menos de un año y al momento de que hablamos entra el pánico de la realidad, de enfrentar esta nueva etapa de vida y desisten, por eso somos muy cuidadosos; en las primeras convivencias, los niños no saben que las parejas pudieran ser sus padres legales y ahí se evalúa”.