Ciudad de México.- Karla Díaz fue una de los dos sobrevivientes del derrumbe en calle Balsas 18, en Benito Juárez. Estuvo dos horas entre los escombros junto con Pablo Hernández, un entrenador de perros profesional que acababa de contratar.

Al sentir el sismo tomó en brazos a uno de sus cuatro perros y bajó las escaleras, pero en ese momento el edificio colapsó. “Estaba yo en el segundo nivel y de repente el piso se volvió pared, no podía gritar”, recordó para Imagen Televisión.

La mujer se recupera de una herida de diez centímetros en la cabeza, seis costillas con fracturas y el fémur lesionado. Sus cuatro perros salieron ilesos, por lo que agradece a la vida esta segunda oportunidad.

“Cuando salí vi de otra forma los rayos del sol, el aire. Hasta los colores veo diferentes, soy más sensible. Las personas que me sacaron eran ángeles”, relató.