Ciudad de México.- El Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (CENIAQ) del Instituto Nacional de Rehabilitación firmó un convenio con el de Neurología y Neurocirugía, así como con los hospitales General de México y Juárez de México, para obtener donación de piel cadavérica para el tratamiento de personas que sufren quemaduras leves y severas, única forma de regenerar las áreas dañadas.

El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, al inaugurar el primer Simposium Internacional del Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (CENIAQ), consideró que con la primera campaña de donación de piel cadavérica se pretende devolver no sólo la vida a infantes y adultos mayores que sufren quemaduras en más del 60 por ciento del cuerpo, sino también la posibilidad de que se les trasplante tejido que se regenerará de forma natural.

El funcionario federal dio a conocer que en este Centro se estudian o aplican técnicas como las prendas compresivas para lograr la recuperación rápida y funcional de los pacientes, implantes dérmicos y de piel, banco de tejidos y medicina hiperbárica.

Este Centro de Atención a Quemados, dijo, cubrió esa necesidad que se tenía de proporcionar atención compleja a los pacientes con quemaduras graves, ya que antes de su creación tenían que enviarse al Hospital Shinners en Estados Unidos.

A cinco meses de haber iniciado actividades, en este Centro se ha realizado más de 100 cirugías de pacientes provenientes del Distrito Federal, estado de México, Guerrero, Quintana Roo, Michoacán Morelos y Querétaro, principalmente.

“Estamos hablando de una innovación científica, porque los métodos tradicionales utilizan radiación gamma o esterilización química que no siempre mantiene el tejido en su calidad de vivo, muchas veces se debe de sacrificar y se pierde, solamente funciona como una cubierta cutánea”, dijo Francisco Martínez Jefe del Banco Piel y Tejido del Instituto Nacional de Rehabilitación.

En el Centro Nacional de Atención al Paciente Quemado, que se inaugurará en septiembre y que operará junto con el Banco Piel y Tejido, “se usar tejido vivo que funcionará como cubierta temporal, pero que es capaz de generar todos los nutrientes, proteínas y los factores de crecimiento que estimulan esa zona que se está cubriendo para que empiece a granular e inicie otra vez su proceso de cicatrización. Esto es uno de los grandes valores que tiene nuestro procedimiento.

“¿Cuál es la importancia de tener estos tejidos disponibles en el banco? Desafortunadamente este tipo de accidentes ocurren de manera inesperada y lo esencial es que tengamos el tejido a disposición, descongelarlo y utilizarlos dentro de las primeras 48 horas del ingreso del paciente al hospital, y con ello se evitará fallas orgánicas múltiples, estado de shock por lo que estos pacientes se ponen muy mal, asimismo, infecciones, que son la causa número uno de mortalidad y ayuda a quitarles el dolor y restaurar todo el balance de agua, líquidos y proteínas del organismo”, aclaró.

En México, de acuerdo con Martínez, alrededor de 114 mil personas sufren lesiones por quemaduras severas, que requieren algún tipo de intervención médica o acceso a instalaciones especializada, y de esa cantidad el 11 por ciento, es decir, 13 mil 680, ocurren en la zona metropolitana y el Distrito federal.

Además de la atención, también se forman recursos humanos de todo el país en cirugía plástica y reconstructiva, comentó, para que esos médicos después desarrollen esa ciencia en su entidad de origen y de esa forma ir generando centros especializados en todo el país.