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Jóvenes y automóviles, unión mortal

Por Revista Saltillo

Publicado el martes, 20 de diciembre del 2011 a las 00:43


La falta de madurez y una falsa estimación del riesgo propician 50% de los accidentes viales en Saltillllo.

Revista Visión Saltillo | Saltillo, Coah.- Lo primero que se ve es el cadáver rojo, sangrante, recostado sobre el volante, rodeado de una puerta destruida y pedazos de cristal.

Al cadáver rojo, sangrante, recostado sobre el volante, le quedaba una vida por delante. Sólo tenía 17 años.

Son fotos que abundan en la oficina del Ministerio Público, forman parte de los expedientes que se integran cuando ocurre un accidente automovilístico. Son fotos, reflejo de la realidad que cada fin de semana se repite en Saltillo y en el resto de los municipios de Coahuila, donde los protagonistas son dos: los jóvenes y los autos. Son la cuarta causa de muerte en el estado.

Octavio Díaz Martínez, agente del Ministerio Público especializado en materia de adolescentes, señaló que en el caso de los jóvenes el consumo de alcohol relacionado con los accidentes se ha mantenido, pero la falta de madurez, pericia y una falsa estimación del riesgo son los rasgos fundamentales de los conductores adolescentes que propician 50% de los accidentes viales en Saltillo.

De acuerdo con el Ministerio Público, cerca de 200 percances automovilísticos se registran al mes, de los cuales la mitad son responsabilidad de mujeres y hombres menores de 18 años.

El adolescente, por sus características generales, es mucho más propenso a abusar del alcohol u otras sustancias prohibidas y conducir bajo la influencia de dichas “drogas”, además, por su sentido característico de rebeldía, es común que haga caso omiso de una señal de alto, de un cruce con precaución o cualquier medida de precaución al volante.

Los choques protagonizados por jóvenes, que principalmente ocurren durante los fines de semana, suelen producirse cuando hay más de un adolescente en un vehículo y el riesgo aumenta con cada pasajero adicional, además de conducir mientras contestan una llamada o escriben mensajes en el celular.

“En adolescentes ocurre que tienen un accidente vial porque se pasó la luz roja, iba a exceso de velocidad, falta de pericia, más atención en el celular”, precisó el Ministerio Público.

Parte de la problemática se debe a la facilidad con la que los jóvenes acceden a la licencia de conducir, pues no siempre se les realiza una prueba de manejo en la que se puedan conocer y medir sus capacidades al momento de conducir.

Al ser consignado al Ministerio Pú21blico el menor de edad responsable de un choque, se integra una averiguación con base en una denuncia y se remite al juez de primera instancia en materia de adolescentes y se procede con el proceso legal. Es durante los periodos vacacionales cuando se incrementan los accidentes viales, ya que es común que los menores transiten por la ciudad en grupo y distancias largas para divertirse.

REBELDES SIN CAUSA

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, los mayores índices de consumo de alcohol entre los jóvenes se ubican en la zona centro occidente del país, en estados como Aguascalientes, Coahuila, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Nayarit, Michoacán, Jalisco, Distrito Federal, Tlaxcala, Morelos y Puebla.

A nivel nacional, 50% de los accidentes de tránsito están relacionados con el abuso de alcohol, 23% de los estudiantes consumen cinco copas o más por ocasión, al menos una vez, lo que representa un abuso y un riesgo a su salud.

En términos de los años saludables de vida perdidos causados por el consumo nocivo de alcohol, se asocia con 36% a la cirrosis, 18% dependencia a la sustancia, 15% a los accidentes de tránsito y 10% a homicidios.

Cada año el tratamiento de los efectos del consumo nocivo de alcohol tiene un costo para el sector salud cerca de los 12 millones de pesos, sin embargo, tan sólo 17% de las personas que cumplen con los criterios de dependencia al alcohol reciben tratamiento.

La directora del Centro de Integración Juvenil, Norma Pérez Reyes, explica que los adolescentes típicamente demuestran comportamientos compatibles con varios mitos de esta edad, como el del ser indestructible. Esta creencia se alimenta con la idea de que “eso nunca me sucederá, sólo a los demás”.

En este sentido, “eso” puede representar estar embarazada o contraer una enfermedad de transmisión sexual luego de no haberse protegido en la relación o causar un accidente automovilístico mientras se conduce bajo la influencia del alcohol o las drogas.

Pérez Reyes explica que los accidentes de tránsito son prevenibles. Hay una serie de intervenciones que han demostrado ser eficaces para atenuar esos factores de riesgo y reducir los accidentes de tránsito entre los jóvenes, tales como la separación de los diferentes tipos de usuarios de la red vial, la reducción de la velocidad y del alcohol permisible, o los permisos de conducir graduales para los conductores.

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud federal se estima que más de 30 mil mexicanos fallecen anualmente en accidentes automovilísticos ocurridos en carreteras y vialidades urbanas. Pero 9 de cada 10 percances pudieron evitarse gracias a las medidas preventivas, como usar el cinturón de seguridad.

El uso de este aditamento tiene como ventaja la estabilización de las lesiones ocasionadas en un percance automovi22lístico, y la intención de éste, es detener a las personas dentro del vehículo, manteniéndolas junto al asiento, evitando las consecuencias generadas por la liberación de energía propulsora ocasionada cuando el vehículo sufre una desaceleración importante.

Según datos del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra), en el último informe disponible desde enero de 2011, explica que en México, cada año 2 millones de adolescentes sufren lesiones bajo esta problemática.

De ellos, una tercera parte resultan con fracturas, 25% con golpes o hematomas, uno de cada cinco con raspones superficiales o profundos y 15.6% con cortes o perforaciones de piel.

En la publicación se informa que las lesiones y accidentes representan 9% de la mortalidad en el mundo, con más de 5 millones de decesos anuales, y detalla que ocho de las principales causas de muerte de personas entre 15 y 29 años de edad están relacionadas con heridas y violencia. En México, los accidentes de tránsito.23son el problema de salud que requiere más días de atención hospitalaria por paciente, cerca de 5.2 días. Y 60% de los lesionados son hombres, aunque se registra un incremento en mujeres de los 18 a los 22 años de edad.

SATURAN SALAS DE EMERGENCIA

Al menos 60% de las urgencias atendidas en el Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila, los fines de semana, tienen que ver con situaciones de alcoholismo, explica el doctor Rómulo Moreira, director de la Clínica 1.

“Son problemas derivados del alcohol, ya sea choques, accidentes, pleitos, intoxicaciones y nosotros tenemos que atenderlos”, explica, mientras critica la falta de responsabilidad de los derechohabientes, principalmente jóvenes que saturan las salas de emergencia cada fin de semana.

Y es que, dijo, es atención que pudiera ser brindada a otra persona que lo necesite más. “Nosotros lo que les pedimos es que tengan conciencia de que le están quitando el derecho a la salud a otras personas”.

Moreira apuntó que por considerarse el alcoholismo una enfermedad debe ser tratada en el IMSS, no obstante, la responsabilidad de no caer en el alcoholismo, en su defecto, tratarse para corregir el problema corre por cuenta del paciente y de la sociedad.

Recordó que entre las 10 primeras causas de muerte en Coahuila se encuentra la cirrosis hepática, específicamente se ubica en el lugar número nueve, y es atribuida al consumo excesivo del alcohol.

Aunado a ello, recordó que 50% de los accidentes automovilísticos están relacionados con el abuso del alcohol, lo que representa la primera causa de muerte en jóvenes, quienes cada vez comienzan a más temprana edad el consumo.

Explicó que los padres deben ser responsables de educar bien a sus hijos para que no incurran en caso de alcoholismo, pues son, en su mayoría, jóvenes los que llegan a las salas de urgencia de los hospitales, muchas veces con diagnósticos fatales.

Criticó que en el estado se inviertan grandes cantidades de dinero a la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el alcohol, y aún así se siga incrementando su incidencia por la irresponsabilidad de los pacientes. Más de la tercera parte del presupuesto del Seguro Social se destina a la atención de enfermedades que son responsabilidad del derechohabiente, entre ellas, las relacionadas con el alcohol.

TESTIMONIOS… PÉRDIDA IRREPARABLE

Fallecidos el 19 de diciembre de 2003 en Zacatecas. Cinco de mis seres queridos habían muerto. El agente federal me pidió que pasara a identificar los cuerpos.

Fue la mañana del 19 de diciembre del 2003 en el kilómetro 220 de la carretera Saltillo/Zacatecas, pasando Concepción del Oro. Mi hermano Bonifacio y su esposa, María de Jesús, habían salido de Saltillo a las 6:00 horas con sus hijos rumbo a Tanque de Hacheros, al bautizo de la hija de mi otro hermano.

Como a las 9:00, un señor que venía de Guadalajara, viajando en el carril contrario, se quedó dormido e invadió la vía por donde iba el vehículo de Bonifacio.

Los autos chocaron de frente.

Un policía de Caminos (recuerdo su nombre: Omar Contreras) me llamó por teléfono, explicó que habían encontrado mi número telefónico en la cartera de un hombre accidentado y quiso saber si algún familiar mío viajaba por la carretera a Zacatecas, en un auto tal y tal con placas de Saltillo.

Le contesté que sí: mi hermano, su esposa y sus tres hijos, Karen, Brandon y Arnold. Él me preguntó si estaba segura, pues en el auto en cuestión sólo viajaban dos niños (el cuerpo de uno de ellos había quedado oculto detrás del asiento del conductor).

Cinco de mis seres queridos habían muerto. El agente federal me pidió que pasara a identificar los cuerpos a Concepción del Oro. Mi hermano Ponciano y mis papás lo hicieron.

Desde entonces nada ha sido fácil. El cambio que sufrimos es radical, especialmente en mis padres. Ellos, además de su salud emocional, han visto muy mermada su salud física… Gloria Rivera Rodríguez (hermana)

ERROR FATAL

Era el sábado 9 de marzo de 1997. Veníamos mi primo y yo de regreso de una comida familiar (en realidad yo no recuerdo nada de lo que pasó: todo me lo contaron). Él iba manejando. El coche se volteó y luego cayó a un barranco.

Mi cabeza recibió todo el golpe. Tuve 17 fracturas en el cráneo y un infarto en el lóbulo occipital, la parte más baja del cerebro, de donde salen todas las ramificaciones nerviosas. Después del accidente me llevaron al hospital.

Quedé en estado de coma un mes, después de lo cual me trasladaron a Houston, Texas, a una clínica que se llama TIRR (Texas Institute for Rehabilitation and Research), donde pasé cerca de 5 meses en terapia de recuperación. Mi estado era como el de un bebé de meses.

A los 17 años tuve que aprender a hacer todo de nuevo, desde comer e ir al baño hasta a caminar y escribir. Gracias a Dios estoy aquí. Sólo un daño me quedó: como consecuencia del infarto en el lóbulo occipital, perdí la sensibilidad del lado derecho de la cara incluyendo el párpado, por lo que no puedo abrir el ojo.

Como lo tengo completamente cerrado, perdí también la visión periférica. Los doctores explican que, dado que mis ojos no se mueven parejos, si pudiera abrirlo tendría visión doble.

Siento que me dieron otra oportunidad y creo que parte de mi misión en el mundo es intentar que nadie más pase por lo que yo pasé, digo “intentar” porque sé que es muy difícil experimentar las cosas en cabeza ajena.

Hablo en serio: después de todas las terapias que sufrí, físicas, ocupacionales, de lectura, de escritura… bueno, hasta terapia recreacional me dieron, no le deseo esto a nadie. Estoy vivo, y eso vale más que cualquier cosa. Con la ayuda que he recibido y recibo, de mi familia y amigos, voy a seguirle echando ganas.

Ignacio Pérez – Salazar Marina

RECOMENDACIONES PARA TODOS LOS CONDUCTORES:

» Trate de prestar atención permanente durante todo el recorrido del viaje.

» Deje los problemas fuera del vehículo, ya habrá tiempo de resolverlos. No utilice al auto como una prolongación de su oficina.

» Apague su celular mientras circula con su vehículo, o coloque un manos libres.

» Trate de no fumar mientras conduce.

» Detecte a los conductores distraídos y llame su atención con una señal de luces o un toque de bocina. Concrete la maniobra una vez que haya logrado el contacto visual.

» Consulte con su médico si los medicamentos que usted toma pueden generar somnolencia. Muchos de los remedios ingeridos para contrarrestar la alergia son contraproducentes a la conducción.

» Nunca lleve a un niño en brazos si viaja en el asiento del copiloto, aunque usted use cinturón de seguridad.

» Si choca, el niño será aplastado entre usted y el tablero. Mucho menos lleve un niño entre el volante y el conductor. En este caso, a lo anterior se suma una mayor posibilidad de sufrir accidentes

» Los niños deben viajar en el asiento posterior, con cinturón de seguridad adecuado a su tamaño. Esto disminuye las posibilidades de heridas en caso de choque y de distracción al conductor. » Puede ser necesario usar arneses o cojines para lograr la adecuada inmovilización.

» Los bebés de menos de un año deben usar un asiento de seguridad, fijos, firmemente por el cinturón de seguridad.

» De 1 a 4 años deben cambiar el tamaño y tipo de asiento de seguridad, pero igual debe fijarse firmemente al automóvil.

» Use los seguros de puertas traseras para que los niños no puedan abrirlas durante el viaje. Compruebe que éstas están bien cerradas antes de partir.

» No permita que un niño saque la cabeza u otra parte de su cuerpo por la ventanilla o techo del automóvil. La experiencia nos enseña lo dramático y grave de los accidentes en estos casos.

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