Ciudad de México.- La actriz mexicana declaró que no regresará a México porque las autoridades mexicanas la han “criminalizado” después de darse a conocer su relación con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y aseguró que ha recibido amenazas por parte del Gobierno federal.

Ante medios de comunicación en Madrid, España, donde se encuentra con motivo de la entrega de los Premios Platino, la protagonista de “La Reina del Sur” e “Ingobernable” manifestó que ya no se siente cómoda en México y que no volverá al país.

“Aunque he sido exonerada por la justicia mexicana y amo a mi país, ya no me siento cómoda en México, no tengo ganas de ir, no volveré a México porque no me siento segura”, pronunció ante los representantes de los medios de comunicación.

La actriz aseguró que el Gobierno mexicano no quería que ella interpretara a Emila Urquiza, la primera dama de México en la serie de ficción “Ingobernable”, producida por Netflix, en la que se sugiere injerencia directa de la CIA en las decisiones de la administración federal, “y me lo ha hecho saber de muchas maneras”, dijo Del Castillo, en relación a supuestas amenazas de las que no dio más detalles.

Sobre las acusaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) por la relación que ella y el actor y director estadounidense Sean Penn establecieron con “El Chapo” Guzmán, sostuvo que se le señala únicamente a ella por el hecho de ser mujer, ya que las autoridades mexicanas no han hecho mención de Penn en ningún momento.

“Lo sexualizaron todo, lo convirtieron en turbio para que pareciera que había pasado algo de blanqueo de dinero”, dijo y agregó que no haría público “todo lo que me han hecho y de todo lo que acusaron, porque no acabaríamos”, pero dio a entender que resolvió los señalamientos en su contra, porque, dijo, “hoy, de todo eso, no queda nada de nada”.

Sobre Sean Penn, señala que el director estadounidense, de alguna manera, la engañó, ya que pensó que compartía el interés de ella por hacer una película sobre “El Chapo” Guzmán, pero que no le contó nada de la entrevista para la revista Rolling Stone, la misma que la pondría en el ojo del huracán, sino hasta llegar al encuentro con el capo.