Monclova, Coah.- Una afanosa viejecilla caminaba por una loma ubicada al norte del primer cuadro de la villa de Monclova, misma que marcaba los límites con el pueblo de los indios.

Buscaba hierbas como cenizo u oreganillo como acostumbraba, e incluso ponía especial atención en las laderas que era donde crecían estas plantas tan solicitadas en aquellos tiempos.

Era el siglo XVII y de acuerdo a la leyenda, aquella mujer, de quien se desconoce su nombre, observó a una misteriosa mulita que estaba recostada entre unos matorrales.

El animal se hallaba suelto entre las lechuguillas y abundantes mezquites, pero lo que más llamaba la atención era una extraña caja que portaba en su lomo, a manera de carga.

Temiendo a lo desconocido, la anciana se asustó pues el cuadrúpedo estaba marcado con un fierro que no era de ninguno de los ganaderos conocido y no tuvo más opción que acudir ante las autoridades municipales.

El Cabildo en pleno, encabezado por el alcalde y el alguacil, acudió a buscar al animal y éste aún seguía en el sitio para luego, cuidadosamente, abrieron la misteriosa carga y todos se maravillaron al ver lo que había en el interior.

En el artesanal envoltorio, se encontraba una imagen de la Virgen María: La efigie parecía estar sonriendo y de acuerdo al vulgo estaba protegida entre finas telas y algodón.

Gustosos la llevaron a la Iglesia de Santiago Apóstol que aún no estaba construida como hoy la conocemos y se tocaron las campanas avisando al pueblo de aquel portento. De boca en boca corrió la historia de “La Virgen que llegó en una mulita”.

El párroco (Joseph Flores de Ábrego) dio fe del suceso y se colocó dentro de un nicho en lo que sería la catedral monclovense.

A la mañana siguiente, el sacristán convocó a la gente para la misa y descubrió que la imagen de la Virgen ya no se hallaba, iniciándose una intensa búsqueda.

Lucas Martínez Sánchez, historiador y titular del Archivo General del Estado, señala en su obra que la imagen estaba en el mismo lugar donde la ancianita la encontró: La Loma de la Ermita.

Curiosamente estaba posada en una pila de rocas y nuevamente la llevaron a la iglesia del Centro y se le rezó un novenario pero volvió a desaparecer, interviniendo los soldados de la compañía presidencial de Monclova para que ayudaran en la búsqueda.

Sorprendentemente la Virgen estaba… ¡en el mismo lugar donde fue vista por primera vez!

Cuenta la hermosa leyenda que los religiosos consideraron que era deseo de la madre de Dios que se construyera un templo en esa colina que hoy en día es conocida como La Loma de la Ermita de Nuestra Señora de Zapopan.

BUSCANDO LA VERDAD HISTÓRICA

Basándose en diversas fuentes, especialmente en las investigadas por Martínez Sánchez, se sitúa los planes de construcción de la Iglesia de la Ermita en el año de 1698.

De acuerdo a los registros, repetía la administración de Monclova el alcalde ordinario Marcos Hernández, el primer regidor, José Jiménez, el segundo regidor, Pedro Valdez; estaba de síndico el procurador Vicente Guerra y como alguacil, Agustín Ponce.

Sin embargo, a diferencia de la leyenda de la mulita, se desprende que fue el gobernador Francisco de Cuervo y Valdez, quien obsequió a la Villa de Santiago de la Monclova la singular imagen.

El mandatario quien tomó las riendas de la provincia de Coahuila el 28 de junio de 1698 y culminó su mandato el 28 de mayo de 1703, obtuvo la Virgen como un regalo del obispo de Guadalajara, Juan Santiago de León y Garabito.

Otros estudios como los realizados por la profesora Popa Ramón Castillo, argumentan que la construcción se inició en forma en 1700 empleando indios tlaxcaltecas erigiéndola de humilde adobe.

Coincide con la administración de Cuervo y Valdez, pero agrega el dato que el templo fue bendecido por el obispo Fray Felipe Galindo, en su segunda visita a Monclova un 8 de noviembre de 1700.

Escritos del Archivo Municipal de Monclova indican que originalmente la puerta de entrada estaba situada al oriente y para llegar a ella era sumamente difícil, pues era el acantilado que en su parte baja se encuentra actualmente la plaza Zapopan.

La legendaria iglesia y la famosa imagen de la Virgen que tiene actualmente 319 años han jugado un papel importante en las páginas históricas de Monclova y la región Centro.

LE AGRADECIERON POR LA TRAICIÓN DE BAJÁN

Extrañamente, el 13 de abril de 1811, se dieron cita diversos militares, religiosos y ciudadanos en el interior del templo donde consagraron a la imagen de la Virgen como “Patrona, Abogada y Generalísima de las Armas”.

Este curioso suceso se explica en el Archivo Municipal que tenía como fin agradecer “los infinitos y portentosos beneficios que se han recibido de su mano y particularmente por el singular que acaba de ejecutar el 21 del pasado mes (marzo), ayudando milagrosamente a nuestro vecindario a sacudirse del infame yugo de la insurrección que nos oprimía y a derrotar con un pequeño ejército de 290 hombres que mandaba el coronel don Ignacio Elizondo a todo el ejército insurgente, cogiendo vivos a sus generales, tomándoles toda la artillería, coches, equipajes y más de mil 200 prisioneros. Matando a cuantos hicieron resistencia, lo que resultó la fuga del resto del ejército que pasaba de 4 mil hombres”.

A partir de ese entonces, se instituyó por medio de juramento que en toda la provincia se dieran las gracias a la Virgen por medio de misa cantada todos los 21 de marzo.

Con ello se regocijaban los monclovenses de haber capturado al Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y a los principales insurgentes.

Posteriormente lleno de júbilo el gobernador don Antonio Cordero y Bustamante, reafirmó el juramento y se autoproclamó como el primer esclavo de la Virgen de Zapopan.

TRAS SER FORTALEZA… ¡LA CIERRAN!

Cuando estalló la Revolución Mexicana, la famosa iglesia se convirtió en cuartel general de los soldados federales del Gobierno del “chacal usurpador” Victoriano Huerta.

Incluso, fue escenario de una feroz batalla la madrugada del 10 de marzo de 1914, cuando Francisco Murguía preparó la recuperación de la plaza de Monclova.

En ese asalto se libró una carnicería la cual culminó, al menos en La Ermita con la huida de “Los Pelones” (federales), quienes posteriormente se parapetaron en el fortín de la Loma de la Bartola donde se volvieron invencibles.

La historia consigna que tras liberarse la Iglesia de la Ermita se recuperó la imagen de la Virgen pero en el interior todo estaba saqueado y destruido. Los ventanales y las puertas estaban agujeradas por las balas y esquirlas.

Los soldados robaron todo lo que fuera de valor sin importarles que se tratara de cosas benditas propias de la liturgia católica.

Debido a todo este desorden, duró cerrada por seis años en los cuales pasaron al menos cinco administraciones municipales.

RENACE LA ERMITA DE ZAPOPAN

Fue hasta el año de 1920 durante el mandato del profesor Federico de Luna como alcalde, que se inició una agrupación de damas católicas que recabaron fondos para reconstruir la amada iglesia.

Realizaron todo tipo de actividades como rifas, festivales, incluso aportaban dinero personal. Cuando juntaron una considerable suma la remodelación inició el 6 de septiembre de 1920 y culminó el 15 de abril de 1921.

Todo era fiesta, pues de acuerdo a un documento existente en el Archivo Municipal de Monclova bajo la dirección del cronista de Monclova, Arnoldo Bermea Balderas, del 10 al 15 de abril de 1921 se corrió la voz que llegaría el obispo Jesús María Echeverría.

La comitiva se dio cita en la estación Monclova, hoy Ciudad Frontera, pues el sacerdote llegó por tren para luego trasladarlo a la hoy Capital del Acero por medio de los tranvías. ¡Era una verdadera fiesta!

En punto de las 18:00 horas del sábado 16, el Obispo bendijo La Ermita para luego iniciarse la procesión del traslado de la imagen de la Virgen el 17 de abril y desde entonces ya no se ha movido del mismo lugar.

Este templo ha sido un ícono para los monclovenses, actualmente fue remodelada conservándose su arquitectura original y a pesar de ser muy frecuentada por la gente, entre ellos las parejitas que gustan de una vista romántica de la ciudad, la mayoría
desconoce los orígenes de su construcción. En lugar de preferir la verdad histórica, muchos se inclinan en seguir la hermosa leyenda llena de misticismo y recuerdan con cariño la historia de la Virgen que llegó en una mulita.