Hermosillo, Son.- El gobernador Guillermo Padrés Elías, condenó los hechos de Nacozari donde tres personas fueron sacrificadas para ofrecer la sangre al culto de la Santa Muerte.

Padrés Elías confirmó que “hasta ahora” la agencia investigadora a detenido a ocho personas, quienes confesaron sus delitos pero no descartó que pudiera haber más gente implicada.

“Hasta donde sabemos no hay más víctimas, pero vamos a ver qué información aportan estas personas… tengo entendido que las personas son originarias de Nacozari”, refirió.

Dijo que los detectives de la PEI tienen la presunción de que los miembros de la secta cuentan con familiares en otros municipios del estado, pero no aclaró si podrían estar involucrados en los asesinatos.

Añadió que en Sonora no había antecedentes de la presencia de sectas como la del culto a la Santa Muerte que operaba en el municipio de Nacozari de García.

En tanto, el Arzobispo de la Diócesis de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo, dijo que las personas que asesinaron a los dos jóvenes y la anciana mostraron desprecio a la dignidad humana y la vida.

Pidió a la grey católica no confundir una secta con una religión. Una secta, dijo, es un grupo que se disfraza de religiones para atraer más gente ya que “el pueblo de México es muy religioso”.

Pide perdón para los asesinos

El jefe de la Iglesia católica en esta capital dijo que mucha gente inocente es engañada porque “quien no conoce a Dios, a cualquier palo se le hinca”.

Macías Salcedo pidió perdón para las personas involucradas en los asesinatos “que han caído en pecado y les pido que sepamos aceptar la vida con el alto costo que tiene”, puntualizó.

Ayer trascendió que ocho miembros de una misma familia fueron aprehendidaospor matar a una mujer y a dos menores, como parte de un ritual de adoración a la Santa Muerte.

José Miguel Espinoza Osuna, director de la Policía de Hermosillo señaló que los miembros de esa familia confesaron su participación del secuestro y muerte de los menores y la mujer, así como en su inhumación clandestina en un predio ubicado al noroeste de Nacozari.

En su declaración, los integrantes de la secta dijeron que a Clotilde la mataron de un hachazo en la nuca y que después la apuñalaron en el abdomen y le sacaron la sangre para ofrecerla como ofrenda a la Santa Muerte.