Colombia.- Conseguir un esposo a través de una agencia matrimonial es una opción sentimental para muchas mujeres que no encuentran su príncipe azul. Los extranjeros, objeto de deseo.

Con esta descripción María Patricia se animó a inscribirse en una de las aproximadamente 15 agencias matrimoniales que funcionan en la ciudad de Bogotá. “Desde que me separé, he salido con varios hombres, pero los tipos andan en un plan muy aburridor. Creen que no quiero volver a casarme. Espero encontrar a alguien especial. Llevo dos meses y he recibido mensajes de un canadiense y dos gringos. Vamos a ver qué pasa”.

Lo que ellas quieren

La tendencia en este tipo de agencias es conectar mujeres colombianas con hombres que viven en el exterior. Todo parece indicar que a pesar de pertenecer a culturas diferentes, ellas tienen lo que ellos extrañan en una mujer y ellos reúnen las cualidades que ellas buscan en un hombre. Ingrid Da Silva, presidente de la agencia Ladies from Colombia explica que “los extranjeros ven a las colombianas como mujeres lindas, tiernas, femeninas, vanidosas, que saben cómo hacer feliz a un hombre.

Las mujeres, sobre todo las europeas y norteamericanas, se han dedicado a competir con los hombres y ya no saben cómo ser compañeras. El hombre es protector por naturaleza y quiere amar a su mujer. Las colombianas se dejan querer y no les molesta la amabilidad ni la protección, aquí la caballerosidad es una cualidad del hombre, mientras que para mujeres en países más desarrollados es casi uninsulto”.

Por otra parte, es bien sabido que muchas mujeres se quejan de “la escasez de hombres”. Frente a esto la socióloga Florence Thomas se pronunció hace unas semanas diciendo que hombres es lo que hay, lo que faltan son‘hombres buenos’, y al parecer la afirmación coincide con las razones que dan varias usuarias de estos servicios. “Me cansé de los extremos. O son unos machistas que te quieren anular, o unos inmaduros que le tienen pavor al compromiso”, dice Ángela* una mujer ejecutiva que ha tenido una carrera ascendente en un banco, pero en el camino se olvidó del verdadero amor.

“Con mi último novio duré ocho años. Creí que apoyaba mi crecimiento personal y quería verme realizada antes de casarnos, hasta que descubrí que jamás se le había pasado por la cabeza proponerme matrimonio. Hace un año, en medio de mi aburrimiento, una amiga me convenció de inscribirme y conocí a un veterinario que vive en Miami, es una persona organizada, seria, generosa, alguien con quien me proyecto.

Vino a Colombia, nos conocimos, nos vemos cada dos meses y… después de pensarlo mucho, ¡me voy en enero a vivir con él!” Sin embargo, Ingrid Da Silva asegura que no se trata de que haya mejores hombres o mujeres en determinado país, sino que la gente que entra en estas agencias busca amor en serio.

Negocio de pareja

Ingrid Da Silva y su esposo Dan compraron la agencia Ladies from Colombia a principios de este año. “Tuvimos que hacer un trabajo de selección exhaustivo para quedarnos con los perfiles de afiliados que realmente estaban interesados en el proceso. Ahora tenemos un grupo de gente muy bueno y hemos logrado contactos excelentes entre nuestros suscriptores, relata Ingrid en su oficina que funciona día y noche desde tres modernos computadores. Curiosamente, aunque Ingrid es colombiana y Dan norteamericano, no se conocieron a través de ninguna agencia, sino porque Dan vino a dictar una clase en un posgrado universitario que estaba haciendo Ingrid.

“Este negocio es algo complicado. El nivel de compromiso es muy grande, porque estamos hablando de ayudar a las personas a encontrar una pareja, pero al igual que en las relaciones tradicionales se corre el riesgo de equivocarse. Por eso, yo le digo a todas las afiliadas que sean muy precavidas, especialmente si la relación toma un rumbo serio y deciden irse a vivir fuera con su pareja.

De todas formas, para mí esto resulta más serio que conocer a un tipo en un bar o una discoteca”. Podría pensarse que el boom de las ‘esposas colombianas’ obedece en parte al deseo de muchas mujeres de irse del país, otras que desean ser madres y sienten que el reloj biológico les gana la carrera y consideran que la mejor opción es conseguir un esposo extranjero.

Ximena Suárez de la agencia Latin american Introductions dice que por eso es tan importante entrevistar a cada aspirante, para asegurarse de que es una persona con buenas intenciones, y ayudarles a entender la importancia que tiene embarcarse en un proceso de estos.

“No podemos jugar con los sentimientos de la gente, porque muchos de nuestros afiliados también han tenido decepciones amorosas”, y recuerda el caso de un norteamericano que vino a dar a sus oficinas. El típico soltero gringo, educado, simpático, rico y ‘bien plantado’ que descrestaría a todas, o por lo menos casi a todas.

Se enamoró de una de las finalistas del concurso Miss USA de hace algunos años. La conoció después del reinado, se enloqueció con ella al punto de invitarla a París con un único ‘propósito’. Subieron a la Torre Eiffel y ahí, con las luces de la ciudad más romántica del mundo como únicos testigos, sacó un anillo de diamantes. A la pregunta “¿te quieres casar conmigo?”, la ex finalista respondió desinflada: “yo creí que sería más grande”.

El tipo sintió que recorría los 300 metros de altura en caída libre. Al cabo de algunos meses y luego de una profunda depresión un amigo le habló de la agencia y lo convenció de probar suerte, . Conoció a una joven bogotana, empezaron a escribirse, vino a conocerla, se convenció de que estaba enamorado, y están por tener su primer bebé.

El lenguaje del amor

El sistema para unir a las parejas es más o menos el mismo en todas las agencias. Cada uno paga una membresía, registra su perfil, y da una mirada a los perfiles de los demás. Escoge los que le llamen la atención y les envía un mensaje con su respectivo perfil y código de registro.

“En un principio tratamos de que todo sea a través de la agencia. Los mensajes llegan a nuestro correo y nosotros los remitimos a cada usuario. Nos permite tener algún control, y además ayudamos con las traducciones porque la mayoría de ellas no habla inglés y muy pocos hablan español.

Cuando ellos vienen a conocerlas organizamos todo para que los encuentros sean aquí en la agencia. Hemos acondicionado un hotel pequeño, con todas las comodidades para que los afiliados estén contentos y seguros. Organizamos paseos, fiestas, salidas a cenar en grupo para que sea más fácil romper el hielo”, explica Ximena Suárez.

Uno de los grupos más grandes que han tenido fue el año pasado, el último jueves de noviembre, curiosamente para Acción de Gracias, que es quizás el día más importante del calendario familiar americano. Es la fecha de reunión, de recogimiento, de cenar todos juntos. Pero muchos prefirieron venir a conocer a la que posiblemente sea la madre de su futura familia.

Fuente: Revista Fucsia