Saltillo, Coahuila.- Las obras de remozamiento que el Ayuntamiento realizó en la Zona Centro de la ciudad, entre ellas la calle Ramón Corona, no duraron ni tres días luego de que fueran “entregadas”, pues el pavimento recién colocado fue abierto de nueva cuenta.

En su cruce con la calle Álvaro Obregón, trabajadores destruyeron la carpeta asfáltica para realizar otras obras municipales, aparentemente de drenaje.

Justo en medio de la calle Corona colocaron un montón de escombro con pedazos de pavimento nuevo destrozado, entre otros materiales.

Alrededor de la obra, los trabajadores colocaron señalética para delimitar el acceso a la calle, sin embargo, al menos tres de los postes fueron derribados por los automovilistas, ante el hartazgo de la población por las obras “infinitas”.