Negocios
Por Edith Mendoza
Publicado el martes, 1 de agosto del 2017 a las 09:04
Saltillo, Coahuila.- La cultura del trabajo y sobre todo la unión familiar son los ingredientes principales de la receta secreta de Nieve Ramos, tradicional negocio que este 2 de agosto cumple ya 92 años deleitando a los saltillenses con sus sabores y su frescura.
En la actual jungla de los negocios donde la esperanza de vida promedio es de siete años, todavía existen algunos que han crecido junto con Saltillo y se aferran a estos tiempos de modernidad. Es el caso de Nieve Ramos, que está muy cerca ya del centenario gracias al empuje diario de varias generaciones.
Hoy en día suman ya unos 30 puntos de venta por toda la ciudad, cada uno operado por algún miembro de la familia, ya sea alguno de los hermanos o incluso sobrinos. Entre todos llegan a producir hasta mil 300 litros de nieve diariamente, desde marzo hasta finales de agosto, la mejor temporada para este tipo de postres debido a las altas temperaturas.
Todos los integrantes de la familia son profesionistas y tienen su trabajo, sin embargo, trabajan en forma paralela en Nieve Ramos, una herencia familiar que han hecho crecer considerablemente, pues en las temporadas bajas han incluido la venta de Tamales Ramos, un producto artesanal que empieza a ser reconocido por los consumidores.
Cada familiar que se ha integrado en el negocio, además de formar parte de la cadena de producción y venta, cuenta con dos o tres trabajadores, por lo que Nieve Ramos genera alrededor de 40 empleos.
Es en la colonia Provivienda, en la casa donde don Víctor Ramos y doña María Lara construyeron su historia de amor y de ejemplo de trabajo para sus 11 hijos, donde la menor de ellos, Rosy, platica con Zócalo NEGOCIOS sobre la importancia de mantener este negocio a nivel artesanal y con la esencia que sus padres les inculcaron, aunque no descarta que algún día decidan llevar su producto a los saltillenses en envases especializados y exponerlo junto a marcas famosas en tiendas de conveniencia o de autoservicio.
Tradición viva
Nieve Ramos vio la luz a principios de los años 20, un tiempo de reacomodos políticos en el país, cuando la señora Tranquilina Mendoza, originaria de San Luis Potosí, fue víctima de persecución por enamorarse de un español con quien procreó siete hijos y buscaba una mejor forma de vida, por lo que decidieron instalarse en Saltillo.
Ella y su hijo Matilde fueron los que desarrollaron la receta original. Más tarde, don Víctor, quien era de los hijos más jóvenes, se encargó de reforzar el negocio y perpetuarlo junto con su esposa María Lara y sus 11 hijos. Incluso se negó en varias ocasiones a vender la patente a firmas extranjeras pese a lo atractivo de las ofertas.
“En familia lo hemos platicado, pero nosotros no usamos conservadores y nunca hemos hecho la prueba, todos nuestros ingredientes son naturales, llevan leche bronca… Tendríamos que hacer experimentos, sí nos gustaría, estaríamos produciendo más para todo Saltillo”, expresa Rosy.
Recuerda que al principio cocían la leche con leña, pero ahora con el uso de gas natural el proceso es más rápido.
Asimismo, todo era a mano. Comenzaban junto con los primeros rayos del sol, batiendo el recipiente en la tina de madera hasta que se congelaba la nieve, y para las 2 o 3 de la tarde ya podían ponerla a la venta. Uno de los hermanos, Víctor, estuvo trabajando en un diseño hasta que inventó un mecanismo para facilitar y agilizar la producción.
Aunque podrían optar por el uso de saborizantes artificiales y hasta subirse al tren de las marcas comerciales, la familia le apuesta a los procesos originales y a los frutos frescos cuidadosamente seleccionados.
“Aquí no queremos cantidades, queremos calidad. Con mi papá nosotros lo vivimos, era pura fruta; el limón, lo exprimimos; el mango, pura pulpa; la fresa y el coco, naturales, la nuez, igual… no nos veo usando saborizantes”, recalca.
Unión familiar
Los valores que inculcaron a sus 11 hijos don Víctor y doña María han sido fundamentales para que esta exitosa receta siga rindiendo frutos, generación tras generación, en una familia que se multiplica.
“Después de que mamá quedó viuda todavía duró muchos años, ella nos reunía. Nuestros padres nos criaron unidos. Mi mamá, antes de morir, nos hizo jurar que nunca nos íbamos a separar… Hay problemas y diferencias como en todas las familias, pero estamos unidos y así se están formando todos mis sobrinos.
“Ojalá mis sobrinas y sobrinos quieran seguir con esto. Quizá ellos en algún momento decidan hacer más grande el negocio y ojalá tengan éxito, pero que se mantenga la esencia”, apunta Rosy.
De fiesta con Saltillo
Por primera vez desde que inició en 1925, Nieve Ramos conmemorará su aniversario, en este caso junto con el de Saltillo, y lo hará con una degustación gratuita en la Plaza de las Ciudades Hermanas, frente al Teatro de la Ciudad.
Este homenaje del 2 de agosto será también en honor de Alfonso Ramos, el único de los hermanos sobreviviente y quien hace poco se adelantó en el camino.
“Es una forma de festejar junto con todos aquellos a quienes les gusta nuestro producto y que por tantos años lo han saboreado… Queremos demostrarle a la gente que estamos agradecidos e invitarlos a que sigan con nosotros”, finaliza Rosy.
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