Saltillo, Coah.- Hoy el municipio de Viesca será testigo de una de las tradiciones religiosas más arraigadas en Semana Santa: la Procesión del Silencio, la cual une a cientos de personas, entre cófrades, penitentes y testigos en un recorrido para acompañar la figura de la Virgen Dolorosa.

EL ORIGEN

Las procesiones han tenido una historia y una tradición bastante largas. Desde la antigüedad diversos pueblos, religiones y culturas organizaban sus propias caminatas simbólicas. Los judíos por ejemplo, contaban con procesiones en las fechas de pascua, pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos.

En el caso de las procesiones el recorrido es una penitencia, una expiación por los pecados en donde el intermediario es la imagen del santo, patrono de la ciudad o el mismo Cristo, quien hace 2 mil años sufrió en su camino cargando la cruz en manos de judíos y romanos.

Las procesiones de la religión católica, tal y como las conocemos, tuvieron su origen en el siglo 13 en España, en donde además recibieron influencia de los llamados triunfos romanos en cuanto a sus decoraciones. 200 años después llegaron a nuestro país y a América.

En cuanto a su significado, la Procesión del Silencio, además de ser un recorrido penitencial, es también un reconocimiento público al santo que se ha consagrado como patrono de la ciudad en donde se realiza, pero también a la Virgen y al mismo Cristo.

Caminar y exteriorizar el arrepentimiento hacia el público se vuelve un digno acto de ganas de cambio, pero además las calles se engalanan con adornos, lo cual las convierte en iglesias públicas en donde el individuo puede reconocerse en los otros y los otros en él sin vergüenza ni temor.

FORMA Y RECORRIDO

El camino a seguir puede ser de un punto a otro o un ciclo de retorno, en donde el punto de llegada es el mismo de salida, en donde quienes marcan la estructura de cómo, cuándo y qué se mueve dentro del río de personas que avanzan son los cofrades, personas destinadas a la religión. Aquí nada es improvisado, nada se mueve sin que haya un por qué detrás.

Los penitentes, quienes usualmente visten de manera peculiar, con una túnica pegada al cuerpo y cuya cabeza está cubierta por una capucha que termina en punta, pero también puede ser chata, son quienes llevan en sus manos los flagelos que mueven y baten al aire.

En el caso de la procesión de Viesca, que iniciará a las 18:00 horas, se contará con 20 cofradías.

Usualmente el inicio es una Cruz Guía o Cruz Parroquial, la cual es portada por monaguillos y simboliza la comunión y el inicio de los acólitos con la guía espiritual. Detrás de ella se elevan distintos pendones y banderas, para dar paso a los nazarenos, esos penitentes que llevan ropas que ocultan su cuerpo y que portan luces, flagelos e inciensos.

Seguidos por las personas de fe y público, se llega a las imágenes de los santos de quienes son devotos y a quien está dedicada la procesión. Atrás las hermandades y cofradías caminan lentas junto con personas de rango civil importante que cierran la caminata de la Vía Dolorosa.

EL DOLOR DE UNA MADRE

La Virgen de los Dolores o Virgen Dolorosa es la figura a quien está consagrada la Procesión del Silencio que se lleva a cabo en Viesca. Se le representa con un rostro afligido coronado por una tiara dorada, mientras que su cuerpo luce una túnica negra.

Es una de las advocaciones que los católicos han dado a la Virgen por ser quien acompaña a su hijo Jesús durante el recorrido de la llamada vía dolorosa, en donde tuvo que cargar la cruz y recibir los flagelos de los soldados romanos.

Relacionados a esta faceta de la virgen María están los llamados Siete Dolores, que son una serie de sucesos que pasaron por la vida de María, entre los que se encuentra una profecía donde aparece ella, la crucifixión de Jesús y su posterior entierro.